Después de meses de pesadilla por la lesión en un pie que le frenó desde febrero, Juegos de Río incluidos, Marc Gasol ha regresado haciendo lo más importante que se puede hacer en sus circunstancias: ser Marc Gasol. Sin rastro de pánico por lo que supone una fractura en un pie en un jugador de su volumen, promedia en tres partidos 19,3 puntos, 6,3 rebotes y 2 tapones. Y sus Grizzlies marchan 2-1, en ruta hacia la solidez que solo quebraron las lesiones durante la era Hollins-Joerger. Ahora con David Fizdale tratan de cambiar todo para que nada cambie. Y, por ahora, no ha empezado mal la cosa.

Los Grizzlies esperan al lesionado Chandler Parsons, al que Fizdale quiere utilizar como un multiusos al estilo (con perdón) del LeBron James al que entrenó en Miami como ayudante de Spoelstra. Y lo hacen con destellos del estilo más abierto y atrevido que quiere el nuevo técnico, que entre otras cosas busca que sus interiores lanzan más desde el exterior. Dicho y hecho: Marc Gasol batió el récord de triples de su carrera con 4 (4/6). Además, absolutamente definitivos: el segundo de ellos puso el empate (100-100) que condujo a la prórroga tras un fallo de John Wall, muy agobiado por ese inteligente perro de presa que es Mike Conley. En el tiempo extra el pívot español anotó otros dos y ocho de los doce puntos de los de Tennessee, que levantaron un partido que tenían en chino (88-96 a menos de 4 minutos del final) gracias a una reacción espoleada por una flagrante de Wall a Vince Carter (que firmó 18 puntos con un 5/6 en triples) y un triple de Conley, que terminó con 24 puntos y 11 asistencias.

Marc se fue a 20 puntos y 10 rebotes y Zach Randolph a 22+7. El español bromeó tras el partido cuando le preguntaron si ahora era un tirador de tres y contestó que solo es “un jugador de baloncesto”: “No estaban entrando mis tiros de dos así que me puse a tirar de tres…”. Sencillo a priori pero un problema tremendo para un Scott Brooks que buscó ajustes pero cuyos Wizards se quedaron cortos, casi una seña de identidad de este equipo en los últimos tiempos. Wall estuvo desacertado al final tras un buen partido (22 puntos, 13 asistencias) y Beal necesitó 17 tiros para meter 14 puntos. 36 puntos en un choque con prórroga parecen pocos para un backcourt que debería ser uno de los mejores de la NBA pero al que le cuesta horrores ya no serlo, al menos como mínimo parecerlo. Y que entre los dos sumaron tres triples, uno menos que Marc Gasol. Que solo es un jugador de baloncesto, pero uno muy, muy bueno…