Los Utah Jazz son un muy buen equipo de baloncesto. Empecemos por ahí. Esta vez, ni un Kawhi Leonard que sigue pletórico (30 puntos, 10/18 en los tiros, 5/7 en los triples y 7 rebotes) pudo evitar la derrota de los San Antonio Spurs, que fueron dominados durante los 48 minutos (salvo excepciones en forma de parcial) y que llegaron a perder hasta por 16 puntos en la primera mitad.

"Jugaron un gran baloncesto (sólido) durante tres cuartos y después él se encargó del resto", dijo Manu Ginóbili tras el encuentro, haciendo referencia a la exhibición de su excompañero George Hill. El base, que fue quien dejó El Álamo rumbo a Indiana para que pudiera aterrizar Kawhi Leonard, fue, en su día, uno de los alumnos aventajados de Popovich.

Tres años pasó Hill en esa maravillosa escuela de talento que dirige desde hace 20 temporadas el famoso técnico. "Le acabo de preguntar qué tal está su mujer. Popovich es una de las mejores personas que se han cruzado en mi vida", dijo el ahora base de los Jazz después de aniquilar al que fuera su equipo en su propia cancha: 22 puntos (9/13 en los tiros), 10 seguidos en el último cuarto (espectacular por la forma de dominar) para matar los sueños de remontada de los locales, demasiado dependientes de su superestrella (facilitan el trabajo de una gran defensa, como es la de los Jazz). The George Hill Revenge Game.

Siempre es una hazaña ganar en San Antonio. Imposible, claro, sin un brillante esfuerzo colectivo (19 de Hood, 6+12 de Gobert, 14 de Mack, 15+7 de Lyles, cuatro tapones de Exum...). La temporada pasada, los Spurs no perdieron en su feudo hasta el 10 de abril (los Warriors del 73-9), y acabaron el año baloncestístico con un récord de 40-1 en el inconquistable AT&T Center.

Pau Gasol (8+8) y LaMarcus Aldridge (21) no fueron suficiente apoyo para Kawhi en un partido que los Spurs perdieron desde el triple: 15-31 los Jazz (48%), 6/20 los locales (30%). Gregg Popovich nunca ha empezado una temporada 5-0.