SPURS 99 - ROCKETS 101

Harden (24+12+15) hunde a los Spurs y Pau vive una pesadilla

Gasol solo disputó 13 minutos y los de Popovich perdieron su tercer encuentro consecutivo en San Antonio. Muchos problemas.

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Del 40-1 en casa la temporada pasada al 1-3 en lo que va de ésta. Cómo ha cambiado el panorama en San Antonio en solo unos meses.

James Harden es un jugador especial. Y además, en este arranque de temporada está a un nivel espectacular (+30 puntos, 13 asistencias y casi ocho rebotes en los ocho primeros partidos). El escolta es el director de orquesta más protagonista del mundo del baloncesto actual. Hace de todo, muchas cosas mejor que nadie, y es prácticamente imposible de parar cuando te ha cogido medio centímetro de ventaja (demasiados recursos ofensivos). Pero para ganar en San Antonio, un lugar donde, por cultura y tradición, el rodillo te pasa por encima sin remedio, hace falta bastante más. No vale con ser mejor que tu rival durante 47 minutos: hay que serlo durante 48. Solo la superioridad absoluta te garantiza el triunfo. Y algunas veces ni eso.

Ayer, los Houston Rockets dominaron el partido de cabo a rabo, siendo mejores que los Spurs en todas las facetas (FG%, FT%, 3PT%, rebotes, asistencias...) salvo en las pérdidas cometidas, que en el tipo de juego que practican son casi obligatorias. Y aún así ganaron de milagro, tras un par de malas decisiones de Harden y un par de faltas en ambos lados de la cancha que los árbitros decidieron ignorar (ni para unos ni para otros).

Los Spurs son el mejor equipo de la Liga desde la línea de personal (+87%) y uno de los que mejor aprovecha el factor cancha en ese sentido (ayer, 30 tiros libres). Las cosas no iban bien, así que crear contactos para viajar a franja era probablemente la mejor de las soluciones ante unos Rockets que viven en un continuo vaivén de parciales. Regalan casi tantos como producen y viceversa. -Vital fue la aportación de Sam Dekker en el segundo cuarto (10 puntos), limitando los posibles daños del cruce de banquillos-.

Así, entre la constancia como solución de unos y la inconsistencia como santo y seña de otros, el partido llegó apretado a los últimos segundos. Siempre con los visitantes arriba en el marcador y con Kawhi como única esperanza local. Y cerca estuvo el alero de darle el triunfo a su equipo en un día en el que el cansancio no es excusa (no juegan desde hace tres días) y en el que Popovich se encontró de nuevo, por raro que parezca aún, sin soluciones. Ni ofensivas, donde les salva muchas veces un Kawhi mastodóntico, ni defensivas (difícil contra el ataque de los Rockets).

Los problemas de Gasol

La situación de Pau Gasol empieza a ser preocupante en San Antonio. Ayer, solo 13 minutos de juego (2 puntos y 7 rebotes) ante unos Rockets que, por tipo de juego, le vienen especialmente mal en lo que se refiere a emparejamientos, transiciones y defensa del pick&roll. Pero, claro, el mismo problema llegará contra los Warriors, contra los Blazers y, después, contra cualquier equipo que utilice small-ball durante periodos largos o que juegue a un ritmo superior al que los Spurs quieren imponer. La situación es complicada.

Que LaMarcus Aldridge sea el más lento de los 10 jugadores que están sobre el parqué (suele serlo) es algo con lo que Popovich cuenta. Pero, claro, dos grandes de características (y carencias) similares al mismo tiempo es demasiado en un porcentaje altísimo de las situaciones. En defensa, directamente insostenible. Por primera vez en su carrera y en gran parte debido al imparable peso de la edad y los kilómetros, Gasol no es uno de los jugadores más importantes de su equipo.

El yoyó estadístico Harden

Entre la vorágine de datos que acumula James Harden en estos primeros partidos de temporada se ha colado su primer triple-doble (24 puntos, 12 rebotes y 15 asistencias), el décimo de su carrera profesional. Además, La Barba se convirtió ayer en el primer jugador que consigue esa línea estadística en San Antonio con 15 asistencias en la era Popovich (ESPN Stats&Info). El partido fue el quinto de 15 o más pases de canasta del escolta en los ocho que ha disputado esta campaña. Una cifra escandalosa que lo es aún más: Harden solo había repartido 15 asistencias en uno de sus primeros 534 partidos en la NBA. Fue la temporada pasada, en el mes de marzo. Antes, ninguno en casi siete años en la Liga.

En definitiva, lo de siempre pero llevado al extremo. Bloqueos, continuaciones, aclarados, tiradores en las esquinas y a vivir. Para que se hagan una idea, las siete primeras canastas de los Rockets en el partido fueron anotadas o asistidas por Harden. Bienvenidos a la era del point-everything en Houston.