Hedo Turkoglu es uno de los grandes mitos del baloncesto turco después de una carrera de 15 años en la NBA y de haber contribuido a las platas de su selección nacional en el Eurobasket 2001 y sobre todo en el Mundial 2010, en el que Turquía ejercía de anfitriona y solo cedió ante el empuje imparable de Kevin Durant, que lideraba a un inexperto bloque de Estados Unidos. Una vez consumada su retirada, ejerce de presidente de la Federación Turca y consejero del presidente Recep Tayyip Erdogan.

Así que Turkoglu se encuentra en una línea de pensamiento absolutamente contraria a la de Enes Kanter, el pívot de OKC Thunder que es poco menos que un proscrito para el gobierno de su país pero su apoyo explícito al imán Fethullah Gülen, asunto por el que ha llegado a recibir amenazas de muerte y que le apartó definitivamente de la selección, con la que jugó el Eurobasket 2011. Después rechazó acudir a más llamadas hasta que estas directamente dejaron de llegar. El divorcio es tan evidente que Turkoglu ha cargado contra él con una dureza extrema: “Es un traidor, espero que Dios no le dé a nadie un hijo como él. Ya dije hace dos años que su cabeza no funcionaba y el tiempo me ha dado la razón”.

En el pasado Kanter llegó a publicar en redes sociales una foto de Turkoglu junto al presidente Erdogan con un mensaje también muy claro: “Esta es la razón por la que ya no me llaman para ir con la selección turca”.