THUNDER 105 - ROCKETS 103

Westbrook (30+7+9) sofoca el incendio; gana el duelo de MVPs

Los Thunder dejan atrás cuatro derrotas seguidas gracias al empuje del base, a Oladipo y al desastre de los Rockets en los últimos minutos.

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Qué bestia. Son las dos primeras palabras que se me ocurren después de ver el final del partido entre Oklahoma City Thunder (7-5) y Houston Rockets (6-5). Y me refiero, evidentemente, a Russell Westbrook. El base, con la inestimable ayuda de su nuevo sidekick, Victor Oladipo (29+10+5, 12/18 en los tiros, 5/7 en triples: su mejor partido de la temporada de largo), y de unos Rockets que cortocircuitaron al final (casi 6:30 sin anotar un solo punto...), reventó el aro a pase de Álex Abrines (7 puntos), comiéndose a Capela por el camino, para cortar una racha de cuatro derrotas consecutivas. Incendio sofocado y, de paso, ganador del duelo de MVPs ante un Harden (13+7+13) que busca menos tiros que nunca (ha crecido) y que no estuvo acertado cuando su equipo necesitaba puntos. Ventaja Russ.

Pero... Pero el partido lo pierden los Rockets. Quiero decir: si los de D'Antoni no entran en barrena en los minutos finales se llevan el triunfo seguro. A los puntos, son mejores que los Thunder y que el 80% de los equipos de la Liga, pero en los finales de partido, cuando las defensas no tontean y el rival te empuja a jugar en los dos lados de la cancha 24 segundos de cinco contra cinco (ellos no deberían...punto para Donovan), se les apagan las luces. No están acostumbrados y no deberían caer en la trampa. Solo son mejores que los demás en el perfecto desastre creado por los ataques de cinco segundos y las pseudo defensas. Si juegan a otra cosa, perderán. Y perdieron.

Se puede criticar el sistema de D'Antoni hasta la saciedad, y, seguramente, existen razones para hacerlo. Pero los cierto es que cuando estos Rockets lo ejecutan bien es casi indefendible y, salvo contra equipos con la misma pólvora (Warriors, Cavaliers, Clippers, Blazers...), el canasta por canasta o buen tiro por buen tiro, les vale. Si se puede romper y lanzar en dos tres segundos tras robo, tapón o transición rápida, mejor. Si no, pick&roll con Harden, continuación del pívot (Capela o Nene), dos tiradores en las esquinas y el 'cuatro' (Anderson, Dekker o incluso Ariza) sube para el triple frontal. Con eso y un bizcocho, a jugar. Y en defensa, un metro a los rivales en la línea de tres: que nos ganen en lo nuestro, si pueden claro. Pero hay que jugar así 48 minutos... y meter muchos, muchos tiros (12/25 los Thunder desde el triple y 14/40 los Rockets: not good enough).

Ayer ganó el equipo más serio, puede que no el mejor (o puede que sí, aún es pronto). Los Thunder, que evidentemente no tienen puntos para competir de tú a tú en la vorágine ofensiva que proponen los Rockets, tiraron de experiencia, de defensa individual (Roberson) cuando Harden quiso hacer demasiado y de Westbrook y Oladipo. Y con eso bastó para apagar un incendio que tenía mala pinta mediado el último cuarto. Diría que tienen bastante que mejorar/trabajar, pero lo partidos contra Houston no sirven para medir nada porque el baloncesto que se juega no es normal. Una isla de preciosa/horrible locura. Depende de para quién.