RAPTORS 121-WARRIORS 127

Curry y Durant meten 65 puntos y se imponen a DeRozan (34)

Convincente triunfo de los Warriors para abrir una dura gira por el Este: Green puso la albañilería y Kevin Durant y Stephen Curry, los puntos.
Final NBA: Rockets vs Warriors

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Comenzó una gira por el Este de los Warriors que tiene que servir en cierto modo como prueba del algodón. No para saber si los de la Bahía son buenos o no, que eso ya lo sabemos, sino para discernir cómo de buenos son a estas alturas de la temporada (ya están 9-2, por cierto) y después de esa sensación de cierta fragilidad (más de la esperada, al menos) que transmitieron en los primeros partidos de esta nueva era. El arranque era duro y la imagen fue muy buena: en Toronto, ante unos Raptors sólidos como el cemento pero, eso sí, en segunda noche de back to back tras jugar en Cleveland. Cavs y Warriors en dos noches consecutivas y con viaje incluido. Una mala pasada del calendario.

Más allá de eso, un factor de análisis ineludible, los Warriors ganaron de forma convincente y en la visible carretera ascendente que recorren en lo colectivo. Van a más, no podía ser de otra manera. Y están centrando ya sus males en la defensa porque el ataque es demoledor: lideran la liga en anotación (117,4) con un rating ofensivo de 113,4, cerca ya de su marca de la temporada pasada (114,5) y con el tope histórico de los Bulls del 72-10 (115,2) ya en los alrededores. Los Warriors suman cinco partidos seguidos con al menos 30 asistencias y por encima del 50% en tiros. Algo que no lograba nadie desde, otra vez la eterna referencia, Chicago Bulls en 1990. Cada vez más compactos y colectivos, la circulación es más fluida y los tiros más naturales. Stephen Curry (35) y Kevin Durant (30) superaron ambos los 30 puntos, y esa parece una receta de victoria segura para su equipo, incluso en un mal día de Klay Thompson (3/11 en triples, 15 puntos) y con la garantía que supone Draymond Green como turbina, guardaespaldas y chico de los recados.

Green dio el susto de la noche al marcharse al vestuario con un tobillo tocado. Volvió con los Warriors cuatro puntos por detrás y propulsó un parcial de 4-21 para cerrar el primer tiempo (de 49-45 a 53-66). Los Raptors (7-4 tras esta mala pasada del calendario) entraron muy bien en partido (32-22 hasta el 38-34 final del primer cuarto) pero notaron después el peso de la batalla casi recién terminada ante los Cavaliers… y la dificultad de ajustar su estilo al de un rival que resulta imposible cuando fluye: Valanciunas firmó un 6/6 en tiros y Nogueira un +11 en sus minutos en pista… pero Casey no encontró formas de mantener a sus pívots en cancha en cuanto el center de los Warriors era Green o el propio Durant. Ese baile de roles que los Warriors ya están perfeccionando con Kevin Durant a bordo, un ajuste necesario y que todavía necesita tiempo para alcanzar su versión óptima, desmadejó a unos Raptors cansados que lo intentaron durante todo el segundo tiempo (86-92 ante de un triple de Curry para cerrar el tercer cuarto) y que contaron con 34 puntos (un triple, 17/17 en tiros libres…) de DeMar DeRozan: al menos 30 puntos en nueve de once partidos en el inicio de temporada, a la altura de la versión 1987-88 de Michael Jordan.

En el decisivo segundo cuarto (15-32, un compendio de cómo de buenos pueden ser realmente estos Warriors), los Raptors firmaron un 5/24 en tiros absolutamente atrancados (3/19 en acciones individuales). Enfrente, Curry y Durant siguen subiendo revoluciones: el primero terminó con 35 puntos (32,6 de media en los últimos tres partidos), un 10/19 en tiros (3/9 en triples) y 7 asistencias. KD sumó 30 puntos (11/21 en tiros), 6 asistencias y 9 rebotes. Dray hizo el resto: 11 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, tres tapones, dos robos… Iguodala también jugó un partido muy sólido y el rookie Pat McCaw, después de sus problemas de tobillo, ha pasado en la rotación a Ian Clark. O eso parece. Y los Warriors, con sus cuestiones de profundidad y roles en el juego interior pendientes de resolución definitiva, ganaron un partido de primera magnitud y siguen por el Este. Mañana viernes Boston y el sábado Milwaukee. El primer equipo que les ganó la temporada pasada en el Oracle (después de 54 victorias seguidas) y el primero que les derrotó y dejó su récord inicial en 24-0. Siempre hay motivaciones.