Dwight Howard descansó por el golpe que se dio, rodilla contra rodilla, con Hassan Whiteside, el pívot de los Heat. Tampoco estaba Thabo Sefolosha. Dos jugadores importantes, sobre todo en esa defensa que es la segunda mejor de la NBA a un pelo (94,6 por 95,1 de raking) de la de los Clippers. Pero dio igual: Atlanta Hawks volvió a ganar, esta vez a Miwaukee Bucks (107-100) y sumó su sexta victoria seguida para colocarse 9-2, en primera posición del Este igualados con los Cavs (a los que han ganado en su primer choque del año) y con las mismas derrotas también que Clippers y Warriors en el Oeste.

La capacidad de Mike Budenholzer como entrenador resulta asombrosa. Por la rapidez con la que ha transformado a su equipo, totalmente distinto con Howard como pívot a lo que era con Al Horford, sobre todo en una defensa que sigue siendo excelente. Distinta, más conservadora, pero excelente. Y por su capacidad para extraer lo mejor de secundarios que están brillando por encima de lo previsto: Muscala fue titular y terminó con 16 puntos y 5 rebotes y Malcolm Delaney contribuyó desde una segunda unidad en la que volvió a anotar Hardaway (13 puntos) y en la que asomó el número 12 del último draft, un Taurean Prince que (8 puntos, 5 rebotes, 2 tapones) apareció por todas partes en un tremendo segundo cuarto de los Hawks, que aplastaron (31-9) a unos Bucks que habían cerrado 21-26 el primero pero que fallaron once tiros seguidos y se pasaron medio cuarto sin anotar (3/27 total en esos 12 minutos).

El líder, como siempre, fue Paul Millsap: 21 puntos, 8 rebotes. El trabajo colectivo de los Hawks arruinó otro partidazo de Giannis Antetokounmpo: 26 puntos, 15 rebotes, 7 asistencias, 2 tapones. En los Bucks (5-5) Jabari Parker terminó con 23 puntos y 8 rebotes pero solo fue realmente efectivo en el segundo cuarto.