Puede que sea de locos fiarse de este equipo de locos, pero da la sensación de que, salvando a los más grandes de la Liga (Cavaliers, Warriors, Clippers...) los puntos de los Houston Rockets podrían ser suficientes para sepultar rivales uno detrás de otro en pleno ritmo de competición. El sistema es tan sencillo como difícil de defender. James Harden maneja los hilos y el resto se mueven al engañosamente tranquilo son de La Barba. No se pasa ni un solo tiro en buena posición y se obliga al rival a seguir un ritmo de anotación, transiciones, errores y aciertos más metódico de lo que parece y que podría resultar tremendamente efectivo debido al plantel con el que cuenta D'Antoni.

Las piezas aún están encajando y la rotación está aún por terminar (ayer regresó Patrick Beverley, fue titular, hizo de suyas y anotó 11 puntos: un jugador importantísimo para ellos), pero que horas después de la batalla de Oklahoma (perdieron porque no sumaron en más de seis minutos...) salgan a jugar y anoten 126 puntos con la facilidad con la que lo han hecho dice mucho de lo que pueden llegar a ser estos Rockets. Seguramente a años luz de los mejores, con un susto siempre a mano, pero igual o más lejos de los peores. La dictadura de Harden; la dictadura del punto.

Ayer, en el Toyota Center de Houston, La Barba se fue hasta los 26 puntos, capturó 12 rebotes y asistió 14 veces a sus compañeros (ocho Rockets anotaron +9 puntos). Fue su tercer triple doble en 12 partidos (iguala a Westbrook), su noveno doble-doble (iguala a Whiteside como líder). Un nivel estadísticamente espectacular que se traduce en victorias importantes (Blazers y Spurs) y en un 7-5 de récord que tiene valor añadido: solo uno de los 30 equipos NBA ha jugado menos en casa que los Rockets (los Mavs). Solo cuatro de sus 12 primeros encuentros se han disputado en el Toyota Center.

Los Blazers, que venían de sufrir su tercera gran derrota de la temporada, no dan con la tecla. Están 7-6, por debajo de lo que se podía esperar, y además no son capaces limitar daños: perdieron de 23 contra los Nuggets, de 31 contra los Clippers, de 25 antes los Bulls y ahora de 17 vs Rockets (26 de McCollum, 18 de Lillard y 19 de Harkless). Mucho trabajo en Oregón.