A chispazos, Los Angeles Lakers estuvieron cerca de dar el susto ante el rodillo 'Spur'. Mucho mérito un día más para los chicos de un Luke Walton que, además, no pudo contar con su base titular. D'Angelo Russell causó baja de última hora por molestias en la rodilla izquierda y el joven técnico angelino le dio por primera vez la alternativa a José Manuel Calderón (cinco puntos en 13 minutos de juego). El español se emparejó y charló con Tony Parker, haciendo inevitable la lluvia de recuerdos en el espectador europeo. Cuántas veces habremos visto a estos dos grandes 'unos' pasar por delante o por detrás de un bloqueo de Pau Gasol...

Tanto mérito como tienen lo Lakers tiene el pívot de Sant Boi. A sus 36 años y con solo meses a las órdenes del maestro Gregg Popovich es, en este momento, uno de los tres jugadores más importantes de la rotación de los Spurs. Sigo pensando que para competir con los mejores la pareja que forma con LaMarcus Aldridge en insostenible, pero tan cierto me parece eso como que quizás estamos pasando por alto la importancia que tiene lo que ha logrado ya Pau Gasol (ayer, 16 puntos y cinco rebotes). Repito: es el tercer jugador con más peso (a ratos el segundo) en una platilla que ha ganado 10 de sus primeros 13 partidos, los mismos que llevaban a estas alturas la temporada pasada con Tim Duncan en la zona y que terminaron en la mejor campaña de su historia (67-15). Mucho, mucho mérito.

Vamos al partido. Sin Russell en cancha, a la primera unidad de los Lakers le faltan puntos y talento. Los Spurs fueron siempre superiores a ese cinco inicial que salvó parciales terribles gracias a un acertado Nick Young (22 puntos en 12 tiros) y a la perseverancia de un Julius Randle algo acelerado que volvió a tontear con el triple-doble (13+9+7).

Otro que rondó los dobles dígitos en tres categorías, éste para sorpresa general (no ha conseguido ninguno en su carrera), fue Kawhi Leonard, quizás el jugador más sobrio de la competición. El asesino silencioso acabó con 23 puntos, 12 rebotes, siete pases de canasta y un par de triples. Tan fácil como siempre.

Fue la segunda unidad de los locales la que incendió el partido en dos ocasiones (segundo y cuarto cuarto) y a punto estuvo de asustar a los Spurs (no son de los que se asustan con facilidad). Entre el partidazo de un Lou Williams que sigue haciendo, seguramente, la mejor temporada de su carrera (24 puntos, rapidísimo y muy acertado) y los 20 tantos de Jordan Clarkson, los Lakers llegaron empatados al descanso y recortaron diferencia en el último en numerosas ocasiones. Pero en el momento de la verdad, el metódico ataque de los texanos no falló y entre Aldridge (23), Leonard y Parker (16+7) cerraron el partido.

Para añadir más mérito si cabe a la lucha de los locales, los Spurs lanzaron por encima del 56% durante todo el partido y siempre superando el 40% desde el triple (el el tercer cuarto superaban el 50%). Gran trabajo de Walton, que cayó ante el siempre genial Popovich (ayer pasó a Larry Brown y ya es séptimo en la lista de victorias con 1.099). Ejemplo a seguir.