KNICKS 107-BLAZERS 103

Rose, Porzingis y Willy agravan la crisis de los Trail Blazers

31 puntos del letón, canastas decisivas del base y buenos minutos del pívot español ante un rival que es por ahora una tremenda decepción.

0

NBA

Entre idas y venidas, subidas y bajadas, los Knicks están 7-7 y parece casi lógico: una zona estable que explica (en parte) picos y valles de un equipo inestable al que es difícil prever. Ahora ha ganado cuatro de cinco, el último (107-103) a unos Blazers que también están en el 50% (8-8), en su caso una decepción tremenda (por ahora) porque siguen sin ser capaces de defender con la solvencia mínima y porque hasta cuando intentan hacerlo, como en los últimos minutos de Madison en el que llevaban un buen puñado de años ganando, andan con la suerte en contra. El castigo al mal estudiante. Y si andas con la suerte en contra no es la mejor noticia que tu próximo partido (esta noche, para cerrar una gira por el Este en la que estás 1-3) sea en Cleveland contra los Cavaliers. O quizá los Blazers necesiten precisamente encontrarse de bruces con un partido así. Nunca se sabe...

Los Knicks aprovecharon las conocidas debilidades atrás de los Blazers en el primer tiempo: 60 puntos (60-58) con un 52% en tiros, 32 puntos en la zona y 13 al contraataque. Después sufrieron cada vez más y tuvieron el partido cuesta arriba (98-101 a menos de cuatro minutos para el final) antes de que Derrick Rose anotara las canastas necesarias, justo cuando su rival hizo un esfuerzo extra en defensa en los últimos 120 segundos: tapón de Ed Davis a Rose, otro de Moe Harkless a Carmelo… pero 0/6 en tiros y alguna pérdida dolorosa en los ataques decisivos, cuando seguramente les habría bastado con un par de canastas. Para echar sal en la herida, la decisiva de Rose (una suspensión espectacular para poner el 107-103 a falta de menos de siete segundos y tras romper a Harkless en el cambio defensivo) llegó después de que se fuera al limbo otra buena defensa por no cerrar el rebote defensivo.

Rose, agresivo cuando tuvo que serlo (es decir, en su mejor versión) terminó con 18 puntos y 5 asistencias. La buena ejecución del base evitó que algunas bolas calientes pasaran por las manos de un Carmelo Anthony frío (17 puntos en 22 tiros: 7/22), que tampoco quitó protagonismo a Porzingis (31 puntos con 23 tiros, 9 rebotes), el verdadero termómetro del equipo: 25+8 de media en las victorias del equipo, 16,6 y 6,6 en las derrotas.

Willy Hernangómez dejó alguna canasta marca de la casa al poste, 9 puntos muy eficientes (4/5) y 4 rebotes en 21 minutos. En ellos, +9 para los Knicks. En los 24 que jugó O’Quinn, titular sin Noah, -15 para los de la Gran Manzana. Es un dato. Marshall Plumlee, tras sus peripecias para debutar en la NBA, no jugó esta vez y no pudo enfrentarse a su hermano Mason.

En los Blazers Lillard sumó 22 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias, pero falló con el estoque (Lillard time…). McCollum se quedó en 16 puntos (6/17). El día un poco demasiado humano del backcourt dejó en nada las buenas prestaciones de Davis (14+10) y Harkless (15+8), que además se multiplicaron, por una vez o al menos por un puñado de minutos, para tapar esa ausencia de Aminu que se ha hecho gigantesca en unos Blazers que rozan la peor eficiencia defensiva de la NBA (108,3 por 108,4 de los Kings) y que reciben el tercer mayor número de puntos de toda la liga (un 111,9 que solo empeoran Nets y Suns). Así es imposible dar ese salto de calidad que debería convertir a este equipo, con tanto talento, en un competidor de primera en el Oeste. Claro que todavía estamos en noviembre…