Real Madrid - Unics Kazan

Quino Colom, nacido en Andorra la Vieja hace 28 años, aunque con nacionalidad española desde siempre, es uno de los nueve jugadores seleccionables por España que han disputado algún minuto en la presente Euroliga. Los otros ocho juegan en clubes españoles. Cuatro en el Barcelona (Navarro, Ribas, Claver y el nacionalizado Oleson), tres en el Madrid (Llull, Rudy y Reyes, porque Álex Suárez aún no ha debutado) y uno en el Baskonia (Diop). Él es el único que está en un equipo extranjero, en el Unics Kazán ruso, que marcha segundo en la VTB y con el que renovó por dos temporadas este pasado verano. Colom está jugando a un altísimo nivel y en la VTB promedia 13,3 puntos, 5,7 asistencias, 4,1 rebotes y 13,9 de valoración. En la Euroliga, sus números son parecidos: 9,4 tantos, 4,9 pases, 3,5 rechaces y 12,4 de valoración. Su caso quizá sea el mejor ejemplo de la falta de confianza de los clubes españoles en el jugador nacional. Antes de su aventura rusa pasó por Bilbao, Estudiantes, Fuenlabrada, Zaragoza, Lleida y L’Hospitalet. Es uno de los baluartes de su equipo y este jueves se mide al Real Madrid. La Selección es un sueño por el que lucha, aunque ya estuvo en una convocatoria con Sergio Scariolo.

Llegaron a Madrid el martes, dos días antes del partido, ¿es eso lo habitual?

Solo para viajes muy largos, como fue este. Salimos de casa a las once de la mañana e hicimos una escala en Moscú de cinco horas. Llegamos a Madrid cerca de las once de la noche. Pero luego hemos tenido un día y medio para descansar y preparar el partido. Espero que estemos listos. Uno se acostumbra a estos viajes. Lo peor de vivir allí, en Kazán, son los viajes, el resto está bastante bien. Recuerdo también un desplazamiento a Astaná que tardamos como 16 horas, a las que hubo que añadir la diferencia horaria. Viajes en los que tardas cuatro o cinco días para ir, jugar y volver.

La oferta del Unics Kazán era buena tras un gran año en Bilbao, ¿le dio vértigo marcharse a Rusia?

Sí, un poco, y quizá más siendo jugador español porque estamos acostumbrados a mirar solo lo que hay España. Hay pocos que emigran, más allá de la NBA. Pero el club confió mucho en mí y el año pasado hicimos una de las mejores temporadas de la historia del club. Acabaron muy contentos conmigo y llegamos a la final de la VTB. Me ofrecieron la renovación por dos temporadas y sabía que este año jugaríamos seguro la Euroliga. Era una buena oportunidad porque iba a tener minutos y confianza.

Con el nivel que ha mostrado en Rusia, ¿se han equivocado con usted los equipos españoles de cierto potencial?

El año que salí de Bilbao ya había equipos que tenían el puesto de base ocupado y otros no se atrevieron a apostar por mí. Este pasado verano sí ha sido diferente, tenía más ofertas, pero la del Unics era muy buena y me apetecía quedarme allí. Ya veremos qué pasa en el futuro, aunque queda claro que el Unics ha confiado más en mí que otros clubes en España.

¿Hay mucha diferencia de jugar en la Liga Endesa a hacerlo en la VTB?

El estilo de juego es diferente y luego están los viajes, que es lo peor, porque son muy pesados. Muchas horas de vuelo. En la VTB hay equipos con dos o tres jugadores muy importantes y los otros están más para acompañarles, por lo que se ven muchas acciones de uno contra uno. Se permiten hasta seis americanos. El año pasado la Liga tuvo un nivel muy alto, quizá este ha bajado un pelín, pero sigue contando con tres o cuatro equipos de máxima categoría.

¿Y cómo ve la Euroliga?

Yo no la había jugado antes, pero algunos compañeros que sí lo hicieron comentan que el nivel actual es muy alto. Antes, en la primera fase había partidos más fáciles y este año todos los encuentros son muy duros. Es la Euroliga más fuerte de los últimos años y es bueno poder competir contra los mejores. Nosotros hemos perdido seis partidos, pero en todos, menos ante el CSKA, llegamos al final muy igualados y con opciones de victoria. Estamos haciendo las cosas bien y falta afinar la puntería. Estuvimos cerca de ganar al Barça, al Bamberg y al Maccabi y vencimos al Fenerbahçe en su pista.

¿Y qué piensa del nuevo sistema de competición? ¿Le gusta o cree que son demasiados partidos?

El anterior sistema era atractivo porque siempre estabas pendiente de quién pasaba y quién no, pero la ventaja del actual es que solo afrontas partidos buenos y en los mejores pabellones. Yo la verdad es que estoy jugando bastante y con el otro base lesionado (Ponkrashov) estaré en cancha 30 o 35 minutos, como ya hacía el año pasado. Es cuestión de acostumbrarse y de hacer buenas sesiones de recuperación. A veces ves al rival que va cambiando de bases: salen a tope y te aprietan un poco y llegas al final un poco cansado, pero lo estoy aguantando bastante bien.

Y la vida en Kazán, ¿cómo es?

Hace mucho, mucho frío y mucha nieve desde muy pronto, pero todos los sitios están muy acondicionados: carreteras, restaurantes, centros comerciales… Haces vida en estos sitios porque a la calle no se puede salir mucho. En España había más cultura de salir todos los compañeros de equipo juntos a tomar algo por la tarde, aquí no existe tanto. Pero sí salimos a veces, sobre todo con gente que ha pasado por España como Marko Banic y Latavious Williams.

¿Hablan en el vestuario de la Liga Endesa?

Siempre se ha considerado a la competición española como la más fuerte, pero ahora el nivel en Turquía se está acercando mucho, incluso puede que haya cogido ya a la ACB, y en Rusia la calidad también es alta. Pero es verdad que España está muy bien considerada por los jugadores.

No es descabellado pensar que el Unics Kazán repita y se clasifique también el próximo año para la Euroliga.

De momento vamos segundos en la VTB y queremos volver a la final este año. El objetivo prioritario del club es ganarse otra vez la plaza para la Euroliga y en eso trabajamos a tope y no nos descuidarnos en la Liga. Queremos llegar lo más arriba posible para no cruzarnos con el CSKA hasta la final.

Esa es la clave, ¿no?

Sí, el CSKA juega a un nivel altísimo, tiene un equipo muy completo. Todos los jugadores saben pasar, tirar y leen muy bien el juego. Y atrás es un bloque muy duro y muy físico. Para mí es el favorito para ganar la Euroliga junto al Madrid, pero ya veremos cómo termina todo.

¿Cree que sería positivo que más jugadores españoles siguieran su ejemplo y salieran a jugar a un país europeo?

Creo que poco a poco la gente se está dando cuenta de que también hay opciones fuera e irán saliendo más, aunque es cierto que como en España en pocos sitios se vive tan bien.

¿Cómo se explica que haya más jugadores seleccionables por España en la NBA que en la Euroliga? Su equipo, por ejemplo, tiene buenos extranjeros, pero también siete jugadores rusos. Eso aquí no pasa.

A mí me sorprende. Está muy bien que en la NBA haya diez españoles porque refleja que el nivel es alto, pero choca que no haya más en la Euroliga. Ahora hay solo tres clubes españoles, pero cuando había cuatro tampoco había muchos más jugadores. A veces a los clubes les cuesta confiar en los nacionales cuando estos han demostrado su valía en las selecciones inferiores que han ganado medallas. En otros países tienen la oportunidad de jugar desde el principio y aquí cuesta más, en muchos casos se confía más en lo de fuera.

Llull, Sergio Rodríguez, Ricky Rubio… ¿sigue soñando con jugar en la Selección?

Me haría mucha ilusión, aunque sé que es muy complicado porque hay muy buenos bases. Trabajo cada día para ser mejor jugador y poder llegar a la Selección, que es un sueño. Espero conseguirlo algún día.

Usted es español y su hermano Guillem es andorrano, ¿se imagina jugando frente a él un partido internacional?

Sí, me gustaría poder jugar contra él, sería bonito, aunque fuera en un partido entre clubes.

¿Qué deben hacer para dar la sorpresa en la pista del Madrid? ¿Dónde le puede hacer daño?

El Madrid tiene muchísimas armas, pero sobre todo ahora tiene a dos jugadores en un gran momento de forma como Llull y Randolph, aunque no te puedes despistar con el resto porque te pueden hacer mucho daño. Tendremos que defender bien para contenerles y luego en ataque hacer nuestro juego.