Si las lesiones no se lo impiden, Anthony Davis será un jugador histórico. Queda claro cada vez que pisa un parqué NBA. Es el pívot del futuro: con triple, desplazamiento lateral, bota, corre la cancha en segundos... Y tiene detrás a toda una generación de hombres grandes 2.0 que siguen muy de cerca cada uno de sus movimientos. Towns, Embiid, Porzingis... La nueva era del 'otro' siete pies.

Pese a recibir un golpe en la rodilla que casi le impide volver ante Atlanta, el jugador franquicia de los Pelicans no tuvo problemas para vestirse de corto ante los Timberwolves. Y sí, arrasó. Ante una pintura joven (Towns no estuvo a la altura de las circunstancias), Davis no encontró oposición: llegó a los 45 puntos (21 en el primer cuarto) por tercera vez en lo que va de temporada (ha superado 10 veces los 30), anotando 17/27 en tiros, 2/4 en los triples y añadiendo 10 rebotes. Qué fácil le sale todo. 

La monstruosa noche de AD sirvió a los Pelicans para lograr su cuarto triunfo consecutivo, cinco en seis encuentros (6-10). Los de Gentry no conocen la derrota desde que regresó a las canchas Jrue Holiday: 4-0.

Los Wolves, además de su habitualmente horroroso tercer cuarto (36-18 decantó el partido), contaron con una actuación históricamente mala de Andrew Wiggins. El alero, que no hace tanto se fue hasta los 47 puntos, anotó dos de sus 19 lanzamientos (poco más del 10%) para acabar con 13 puntos, cero rebotes y cero asistencias: según Elias Sports Bureau, es el primer jugador que anota menos del 20% en +15 tiros y acaba con roscos en capturas y pases de canasta desde 1953. Un cero a la izquierda histórico.