SPURS 83-MAGIC 95

Ibaka supera a Pau Gasol y los Spurs se enredan en casa (4-4)

El equipo texano firma su peor partido en puntos, porcentaje y pérdidas: cuarta derrota en su pista. Buen partido de Ibaka, malo de Gasol.

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NBA

En una noche que no fue como casi ninguna de las otras noches (seis partidos, seis victorias del equipo que llegaba con más derrotas), los Clippers perdieron en Brooklyn, los Cavs en Milwaukee… y los Spurs en su pista (83-95) ante Orlando Magic, que venían de sumar ocho derrotas en 11 partidos, en pleno follón en busca todavía de un quinteto inicial sostenible (ahora inician DJ Augustine, Biyombo y Aaron Gordon como alero), y que acumulaban diez derrotas seguidas contra los Spurs a los que no ganaban desde diciembre de 2010… todavía con Dwight Howard en el equipo.

Claro que los Spurs cayeron contra los Magic pero pareció que habrían caído contra cualquier rival porque en realidad cayeron contra sí mismos. Los entrenadores suelen temer el primer partido en cada tras una tanda a domicilio, o suelen considerarlo como mínimo un partido fuera más. Eso hubieran querido los Spurs: 10-0 fuera, 4-4 ya en casa (recuerdo: 40-1 la temporada pasada). En este noviembre (3-4) han perdido los mismos partidos en su pista que en los cuatro anteriores (23-4) y ahora, paradójicamente quizá felices, afrontan otro lote a domicilio: cuatro de sus próximos cinco partidos. Las cosas de los arranques de temporada, pero también un lastre que deja a los Spurs, a pesar de sus nueve victorias consecutivas antes de este patinazo, a dos partidos de los Warriors pero, eso sí, todavía por delante de unos Clippers que se están dejando la estética y buena parte de la ética en su actual gira por el Este.

Los Spurs perdieron contra sí mismos, sobre todo en un día de pésima ejecución de su quinteto titular, el tipo (Parker-Green-Leonard-Aldridge-Gasol), que había ganado los siete partidos en los que había formado en la presente temporada, todos tras el regreso de Danny Green a las pistas. Esta vez tocaron mínimas del curso en puntos (86), porcentaje de tiro (36,8%) y cuidado de la bola (18 pérdidas que dieron 19 puntos a los Magic). Mal partido hasta el descanso (43-45) y peor en el tercer cuarto: 21-30 con un 6/19 y cuatro pérdidas para los de Popovich, que no entraron nunca en calor. La reacción que más o menos parecía siempre a punto de sobrevenir para minimizar daños en una noche tan tonta no llegó nunca y los Magic escaparon con un triunfo improbable, que no soluciona sus problemas de confección pero recarga la autoestima. Y recuerda que Serge Ibaka siempre fue un hueso para los Spurs: esta vez 18 puntos con un 7/11 en tiros y 7 rebotes. El siguiente máximo anotador fue Fournier con 13, pero todos arrimaron el hombro más o menos como pudieron, con Vucevic y Payton (que cazó en un chase down block, el mate llegando desde atrás que ha sublimado LeBron, a LaMarcus Aldridge…) sosteniendo a la segunda unidad.

Kawhi Leonard fue el único jugador que superó los 20 puntos (21) pero necesitó 16 tiros, por debajo de la eficiencia que acostumbra. Además 2 rebotes, ninguna asistencia… nada. Tampoco LaMarcus (16 puntos en 12 tiros, 6 rebotes) y mucho menos Green (2 puntos, 1/4), Parker (2, 0/6 y 4 pérdidas por 3 asistencias) y un Pau Gasol que se quedó en 6 puntos (2/6), 6 rebotes y 3 asistencias). Fue uno de esos días, ante un rival improbable y después de nueve victorias seguidas. Cosas que pasan.