Un partido ante la Penya nunca es fácil para el Barça y, el de esta mañana, no ha sido una excepción. Con dos equipos en una mala dinámica, los azulgrana sufrieron muchísimo para derrotar a un Divina Joventut con pundonor y garra, pero que se precipitó en los minutos finales. Los dos primeros cuartas, sin embargo, fueron verdinegros.

El Barça saltó al Palau dispuesto a espantar sus fantasmas tras tres derrotas seguidas, pero los primeros ataques fueron desastrosos: pérdidas, fin de posesión y tiros fallados. El Joventut arrancó con un parcial de 0-7 pero tres triples consecutivos de los azulgrana les pusieron por fin por encima en el marcador. El Barça tardó nueve minutos en anotar la primera canasta de dos, que con la entrada de Tomic ganó presencia en la pintura. El Joventut estuvo mucho mejor en ataque que en defensa, y mantuvo el marcador igualado hasta el 18-18 con el que acabó el primer cuarto. La buena defensa de la Penya se vino abajo en el segundo cuarto, con un Barça mucho más eléctrico. Jerome Jordan no pudo parar en ningún momento a un Tomic que anotó y dio asistencias pero a la que los azulgrana permitieron tiros fáciles desde el perímetro Bogdanovic no perdonó. El mayor acierto desde la línea exterior y un Barça desdibujado en ataque permitieron a los verdinegros irse al descanso con un 31-39 en el marcador. El Palau despidió a los suyos con pitos.

Loas azulgranas se cargaron rápidamente de faltas en el inicio de la segunda mitad pero Vezenkov tiró del carro: cogió rebotes, encestó y se convirtió en el máximo anotar del partido al tiempo que la Penya bajó sus porcentajes de acierto. También apareció, por fin, Rice y tras un parcial de 19-6 Diego Ocampo se vio obligado a pedir un tiempo muerto para frenar la sangría. Y funcionó. Abalde y Bogdanovic mantuvieron a los suyos dentro del partido, redujeron las distancias en el marcador y obligaron al Barça a emplearse a fondo para aguantar su ventaja. Finalmente el cuarto se cerró con un 61-58 en el electrónico.

El Joventut arrancó nervioso el cuarto, con tiros libres fallados y demasiados balones perdidos pero por suerte para los verdinegros el Barça no estuvo especialmente acertado. Entre Sabat y Gielo empataron el encuentro a 65 y un gran triple del primero puso en ventaja a los verdinegros a cinco minutos del final. Pero Vezenkov, el mejor del Barça, no estaba dispuesto a ceder la derrota: un gran triple empató el partido (70-70) a 2:30 del final y Tomic puso por delante a los suyos con un buen gancho. A partir de ahí la Penya se precipitó, falló dos acciones consecutivas (Vezenkov cogió un rebote y peleó el segundo) y el Barça adquirió una ventaja que ya no perdería. Un triple de Sabat puso emoción a los segundos finales, pero Rice, desde la línea de tiro libre, no falló y sentenció el encuentro.