Los Spurs encajaron en el Staples Center su segunda derrota del curso a domicilio (15-2) ante los Clippers (106-101). Los angelinos, gafados, dominaron en todo momento pese a no contar con Blake Griffin y quedarse sin Chris Paul (19+7+6) mediado el tercer cuarto. Aunque no parece una lesión de gravedad, el base se tuvo que retirar debido a un tirón en los isquiotibiales de la pierna izquierda. Un contratiempo que solventaron con la gran aportación de su banquillo (58 puntos, 25 más que los aportados por el de los visitantes). Pau Gasol rozó el doble-doble al aportar 21 puntos, 9 rebotes (4 ofensivos), 2 asistencias y 2 tapones en 32 minutos.

San Antonio pone así punto y final a una racha de cinco victorias consecutivas. Como ya hiciera en Houston 48 horas atrás, en esta ocasión no le funcionó ir a remolque y remontar en los minutos finales. Y eso que por un momento el milagro llegó a intuirse. Tras una bandeja de Jamal Crawford los locales se pusieron 14 arriba (105-91) a falta de 43 segundos. Pero dos regalos seguidos sacando desde la línea de fondo permitieron a los texanos ponerse a seis (105-99) aún con 17 segundos por disputarse. Manchón final en el expediente de unos Clippers que se las ingeniaron para conseguir el triunfo pese a su clara inferioridad en la pintura (42-54 en el rebote y 42-50 en tantos conseguidos en la zona para las espuelas). No obstante se impusieron a los Spurs donde normalmente casi siempre son superiores a su rival: en la aportación de todos y cada uno de sus hombres. Ese 58-33 en la anotación de la segunda unidad y que hasta seis 'clippers' lograran dobles figuras anotadoras explican a la perfección lo sucedido sobre el parqué. Ganó el equipo con más hambre y constancia. 

Con un balance de 23 victorias y 6 triunfos hay muy poco que reprocharle a los de Popovich, quien dio descanso a Ginóbili antes de anunciar que hará lo propio esta noche con Pau y Tony Parker en Portland. Sin embargo, no es buena señal que los Clippers se muestren tan superiores sin sus dos mejores jugadores. Y lo que es aún peor, LaMarcus Aldridge y el propio Parker siguen muy lejos de sus mejores versiones. No pueden ponerse siempre en las manos de Kawhi Leonard (27+9+5 anoche), quien por cierto fue el único que les sostuvo en una horrible primera mitad (57-40).

Tras la reanudación, fue Gasol el encargado de dar un paso al frente. En los mejores minutos del español (más allá del maquillaje final de sus números), San Antonio llegó a reducir la brecha hasta la media docena de tantos (66-60). Si bien la salida de los reservas locales (muy bien Speights por dentro y Felton dirigiendo) volvió a estirar la distancia. Un partido que no pasará a la historia, pero en el que al menos pudimos ver a Dejounte Murray. Con el duelo prácticamente sentenciado y agonizando, Popovich se cansó de la mala imagen de los suyos y decidió dar entrada al que muchos califican como el gran robo del último draft. Está por ver si se cumplen las predicciones (ayuda que sea San Antonio), aunque lo cierto es que pudimos ver descaro y maneras en este jovencísimo base de apenas 20 años.