El Joventut de Badalona podría entrar en liquidación dentro de dos meses. El bloqueo económico en el que se encuentra inmerso ha hecho que su situación sea insostenible. Ayer martes, Jordi Villacampa anunció en la Junta General de Accionistas que presentará su dimisión irrevocable como presidente del Consejo de Administración, cargo en el que lleva los últimos 17 años. En junio de 2013 decidió renunciar, pero dado el panorama finalmente optó por prorrogar su mandato cuatro años más, hasta junio de 2017. Sin embargo, la gravísima situación de la entidad ha provocado su renuncia, si bien seguirá un par de meses para acabar de cerrar varios temas económicos de máxima urgencia. De esta manera tratará de salvar el club.

Villacampa considera que debe haber ya un relevo en la presidencia porque el club verdinegro está prácticamente en quiebra, acosado por múltiples deudas —la pasada temporada ya se produjeron impagos en la plantilla— y especialmente por el embargo al que fue sometido por parte de Hacienda por el impago de la deuda, que asciende a más de 750.000 euros (756.460,89).

Tras superar un duro concurso de acreedores, la pasada temporada ya hubo una amenaza de embargo por parte de la Agencia Tributaria. Se lleva muchos meses negociando un nuevo convenio para pagar la deuda y sus intereses, pero no termina de llegar el acuerdo. Una posibilidad de obtener el dinero que podría salvar a la entidad badalonesa será cobrar alrededor de 2,5 millones de euros de unos terrenos comprados hace muchos años en el barrio de Pomar por Mercadona al club para levantar un gran centro comercial. Pero el Ayuntamiento de Badalona, a pesar de las diferentes opciones políticas que han pasado por él, no accede a la firma de todos los permisos para poder iniciar su construcción. El club había comprado varios terrenos y durante diez años logró con ellas tres millones de euros en ingresos extraordinarios. El actual bloqueo ha llevado a una situación insostenible.