HEAT 94 - THUNDER 106

Abrines (14), feliz con su "ídolo": MVP Westbrook (29+17+11)

El base de los Thunder firmó su triple-doble número 15 de la temporada, el 30 en lo que llevamos de 2016. Camino de hacer HISTORIA.

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Una de las máximas de esta temporada: cuando hay un partido de los Thunder te toca elogiar a Russell Westbrook. Se está saliendo de tal manera que hace que cada vez sea más complicado escribir de él. Vale, podemos quedarnos con sus penetraciones en las que rompe la defensa rival como si fuera un hombre jugando con niños, la manera en la que impulsa a su equipo, su cita diaria con los libros de historia... Pero aun así, a uno le queda la sensación de no reflejar todo lo que Westbrook hace sobre una cancha de baloncesto. Para explicarme, utilizo las palabras de Álex Abrines, 14 puntos en la enésima exhibición del base (29 puntos, 17 rebotes y 11 asistencias): "Para mí es como un ídolo. Tenemos que seguirle, es nuestro líder. Hay que aprender la forma en que trabaja, va al 100% en cada jugada aunque quede un minuto de partido y vayamos 15 arriba. Tenemos que aprender de él". En la misma línea se expresa el entrenador que le sufrió esta última madrugada, Erik Spoelstra. "Compite hasta el final. Cada posesión es la más importante. Es una grandísima lección. Lo que define su grandeza es su consistencia". Lo dice alguien que tuvo a un tal LeBron James a su cargo.

Perdón por no decirlo antes. Los Thunder ganaron a los Heat en Miami (94-106) en uno de esos tantos partidos que, de no ser por él, Russell Westbrook, pasaría sin pena ni gloria en la larga y a veces anodina Regular Season de la NBA. Hace un año los Warriors nos mantuvieron a todos en vilo hasta el final con su batalla en el tiempo contra los Bulls de Jordan. Este curso, Russ lleva camino de convertirse en el segundo jugador de todos los tiempos que promedia un triple-doble en una temporada completa (tras 32 partidos está en 31,7+10,6+10,9: no, no es una inocentada). Queda mucho, en algún momento tendrá que llegar el bajon... Pero, ¿y si no? Son ya 15 los triples-dobles que acumula esta temporada (a tres de los 18 que logró la pasada campaña al completo), 52 en su carrera. Y tiene ante sí la oportunidad de firmar el año natural más brutal jamás visto. Por el momento, en este 2016, ha igualado los 30 que Oscar Robertson firmó hace medio siglo. Jamás se superó esa barrera. A Westbrook le quedan dos partidos más para cerrar el año: en Memphis y en casa ante los Clippers. Lo consiga o no, haber llegado hasta aquí es digno de elogio y admiración eterna. MVP.

Hace un par de meses se ponía en duda la presencia de OKC en los Playoffs. Ocho semanas después, marchan en la quinta posición del Oeste con un 20-12 que les da 7,5 partidos de ventaja respecto al noveno clasificado, los Nuggets. Notable renta para afrontar con tranquilidad lo que queda (que es mucho). Sobre todo si la pareja interior Adams-Kanter trabaja y produce como anoche: 34 puntos y 16 rebotes entre ambos ante un rival de la talla de Whiteside. Más notas positivas. La consolidación de Álex Abrines. El mallorquín se fue hasta los 14 tantos (segunda mejor marca personal) con un 4/7 en triples. En tres de los cuatro últimos partidos ha alcanzado los dobles dígitos en anotación. Todo mientras Westbrook sigue a un nivel que empequeñece cualquier calificativo que se nos ocurra. En Miami, se marchaba al descanso con un 12+10+8 en su cuenta personal. El triple-doble llegaría poco después, siendo el sexto que firma este curso en el tercer cuarto. Excesivo en todo, perdió también 7 balones. Dato que humaniza al jugador que esta temporada ha decidido emprender una batalla contra la historia para inscribir su nombre junto al gran 'Big O'. Por el momento, la misión está resultando más que exitosa.