Dirk Nowitzki está en México. Sus 2.13 metros trotan con dificultad sobre el parqué de la Arena Ciudad de México. Es una estrella. Un 'Hall Of Fame' seguro. A pesar de las dolencias, disputará minutos ante los Suns en el país de su amigo, su excompañero Eduardo Nájera, con quien visitó el país hace más de una década, un recuerdo que guarda con cariño: "Leyenda. Venimos con ‘Eddie’ (a México) en 2000-2001. Nos mostró la ciudad, tuvimos varias cenas, conocimos personas maravillosas, tuvimos un buen partido contra Utah. Queríamos regresar. Él tuvo una gran carrera. Es una leyenda en Dallas. Aún trabaja con nosotros. Estamos muy felices de estar aquí en su casa”.

El cotejo entre Mavs y Utah en México, disputado en la pretemporada de 2003, terminó 85-90 a favor del Jazz. Fue la última vez que 'El Bombardero de Wurzburgo' sintió el rigor de la altitud de la Ciudad de México (2,200 metros sobre el nivel del mar). Al respecto, el alemán alertó: “Nos estamos acostumbrando. Ojalá no sea un gran factor. En Denver los primeros minutos son duros y por lo general todo es mejor después”. 

El segundo 'tango' de Dirk en México con los Mavs. Y bien podría ser el último.