A los Cleveland Cavaliers se les está atravesando su gira por la Conferencia Oeste. Tras comenzarla con una sufrida victoria ante Phoenix Suns, han acumulado dos derrotas seguidas. Las primera en Utah, la ciudad maldita para LeBron James (seis derrotas consecutivas) y la segunda en Portland, esta madrugada (102-85), en un mal encuentro, controlado por la franquicia de Oregón desde el principio. Fue el triunfo número 200 de Terry Stotts como entrenador de los Blazers.

El culpable de esta nueva derrota de los Cavs fue McCollum. El compañero de Damian Lillard anotó 27 puntos, su séptimo partido seguido con 25 o más tantos. Increíble y suficiente para hacer hincar las rodillas a un James que acabó con 20 puntos, 11 rebotes y que se convirtió con cuatro asistencias en el 15º jugador de siempre en la NBA. Es el único en la historia dentro del top-10 en puntos y en el 15 de pases de canasta. A pesar de ese paso más de gigante de El Rey, los resultados de sus Cavs son un mal asunto cuando Golden State Warriors espera a la vuelta de la esquina, después del duelo contra Sacramento Kings de DeMarcus Cousins.