Los Bulls siguen siendo una entidad extraña, difícil de definir y que va sumando a trompicones, en ruta hacia un octavo puesto del Este que tal y como están las cosas, sería un éxito: en 23-23 mantienen un partido de ventaja sobre unos Bucks que parecen tener mucha más vitalidad… pero que siguen por detrás.

En Orlando (92-100) los de Hoiberg sacaron partido a las miserias de unos Magic en caída libre (18-29), incapaces de tener un ataque funcional, más con el backcourt hecho trizas por las bajas de Augustine, Fournier y Meeks. Con Payton y cuatro interiores (Gordon lo es aunque se empeñen en hacer de él un tres) en un extrañísimo quinteto titular (Ibaka, Gordon, Green, Vucevic, Payton), los Magic no llegan casi a ningún sitio. Ni Vucevic (20 puntos, 8 rebotes) ni Ibaka (16+8) canalizan en forma de liderazgo su aportación, y el equipo siempre acaba, antes o después, encajando parciales determinante. Esta vez del 77-81 al 79-90. Suficiente para los Bulls.

Unos Bulls que siguen también buscando y buscando. Grant recuperó el puesto de base titular con Rondo suplente y Carter-Williams fuera de la rotación. El primero aporta defensa y algo de tiro para acompañar a Wade (21 puntos, 7 rebotes y 7 robos) y Butler (20+8+3+4 asistencias). Ambos combinaron 13 puntos en el último cuarto alternando momentos de protagonismo. Wade, además, supo abrir espacios para Felicio (12 puntos, 10 rebotes) en un partido en el que McDermott cumplió como creador de espacio (sus cuatro triples en el segundo cuarto obligaron a los Magic a defenderle de cerca) pero Mirotic se quedó de nuevo en casi nada: 4 puntos, 3 rebotes, 0 asistencias por 2 pérdidas y 1/5 en tiros (0/3 en triples).