RETABET BILBAO BASKET 81 - TECNYCONTA ZARAGOZA 77

Tabu toma las riendas para ganar al Zaragoza en un gran final

El Bilbao exprimió sus escaso personal en la zona y se sacó un peso de encima en un pulso con mucha tensión. Duran: “Espero que la victoria nos quite esos demonios que teníamos encima”.

Bilbao
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Entre dos equipos con el juego bajo mínimos y con una losa encima como el Bilbao y el Zaragoza, empezar bien la segunda vuelta suena a bendición. Sí, porque el primero llevaba hasta hoy tres victorias en los últimos tres partidos y al Tecnyconta la canción tampoco le iba afinada: acumulaba cinco derrotas en siete jornadas. Por eso la cuestión parecía más de corazón que de manoseo del cuero marrón. Pues no sólo por orgullo, ese que reclamaron los ‘hombres de negro’ durante la semana, sino más bien por poner el juego más coherente en meses se llevó el RETAbet el partido. Veamos: un equipo de baloncesto se encomienda a un base y Duran ha decidido atajar las dudas y entregar la batuta a Tabu sin reservas, lo que agradece el director belga para ajustarse al perfil suyo terminal y con bote de toda la vida. Llevaba 1/8 y el marcador se retorcía hacia Aragón: 68-73. Mordió la responsabilidad y asumió dos canastas y un par de tiros libres ganadores: del 73-75 a 79-75. Además de eso, si tienes un escolta avezado en el tiro, procúrale buenas situaciones para que lance, y Bamforth ha dejado de ser un ente que pulula por la madera para andar en esas. Y luego está el nivel de confianza que va adquiriendo Todorovic, aplicado una vez más sobre el cerebro contrario. Cortó el suministro de Bellas en el primer cuarto y sus piernas dan mucha fontanería a un grupo que estaba con las cañerías defensivas obstruidas.

Lo demás es pura garantía: finura de Buva de espaldas al aro, Mumbú liderando la orquesta, Hervelle trabajando a destajo y Buva imprimiendo cositas con sus buenos movimientos en la zona rival. Duran tuvo la virtud de exprimir lo poco que tenía en la zona y de ir lidiando con las penurias que surgieron durante el partido, como la inoportuna lesión de Mendia, la debilidad de un Buva tocado o tener que coger con pinzas aun Nikolic aún en fase de recuperación. El Zaragoza está pesado en muchas acciones, la baja de Norel no podía ser más inoportuna ante un equipo escaso de centímetros y una acción final le otorgó la mala suerte: Gecevicius (17 puntos, diez en el último cuarto) metió un triple que parecía la sentencia, pero una falta previa de Mumbrú llevó a los árbitros al ‘instant replay’ y este determinó que la personal había sido anterior, así que se anuló la canasta desde el arco.

La última visita a Miribilla del Zaragoza, en su antiguo formato CAI, fue pura tragedia: no se jugaban nada y canastón desde su casa de Sastre que ahorcó las opciones de playoff de los locales. La excesiva celebración de Jelovac no se olvida por estos lares. Luego cayó un telón amargo sobre la carrera de Raúl López, adiós a la carrera de un pequeño genio. Casadevall ordenó zona tras el salto inicial para colapsar al enemigo y porque con su gente más grande no le iba tan bien el uno contra uno. Funcionó y ahogó al RETAbet un rato largo, pero se tragaron tres saques de fondo. Parecía invitar al triple y desde ahí se fueron librando los primeros minutos. Mumbrú había hecho 9 puntos cuando el marcador se iba al 12-9, a falta de 4:37 para acabar el cuarto inicial. No anotó más en el primer tiempo. Dejó los trastos a los demás. El Zaragoza echaba mano de Benzing, que se hacía enorme ante sus pares, y luego aprovechaba la falta de centímetros del adversario para meter a Jelovac al poste. Éste es un finalizador, lo que coge lo tira, demasiado obsesionado con su cuenta anotadora. Mendia y Mumbrú se fueron repartiendo el puesto de cuatro y también apoyó Hervelle, aunque este debía ajustarse más al cinco ante la ausencia de Eric. Borg tomó las riendas para desgastar a Bellas y tocar balones sueltos, pero el Zaragoza logró ponerse por encima: 19-21 a los tres minutos del segundo acto. El caso es que el gobierno era local (31 minutos con ventaja) y dos tiros libres de Bamforth a 41 segundos del descanso dieron la máxima cota bilbaína: 41-34.

De inicio en el segundo período el Tecnyconta encadenó cuatro bandejas. Luego supo cambiar el ritmo, acelerar, y puso a funcionar a Benzing, como al inicio. La espesura se hizo cargo del debate, por culpa de dos equipos agobiados. Otra vez el Zaragoza se puso por delante, con tiros libres de Jelovac y su superioridad en el rebote de ataque: Mendia cayó mal en una pelea por el rebote y Duran arriesgó activando a Nikolic, de vuelta tras su lesión en la muñeca y aún algo renqueante, en el tramo final del tercer cuarto. Lo primero que hizo fue enfocar perfecto un triple. Las piezas van encajando en su sitio y Salgado ya comprende para lo que está, así que dio una rotación interesante. Pero el equipo se dedicó a intercambiar canastas y perdió dureza atrás, además de aparcar eso de meter bien el balón en el poste bajo. Bellas entró en combustión. Otra vez mil historias dentro de una historia. En Madrid ante el Estu al Bilbao le salió cruz en un partido que tenía para traérselo a casa. Esta vez se lo llevó gracias al coraje de un Tabu que tuvo un toque muscular el viernes y quiso dar el paso al frente. Duran era muy claro: “Toda la victoria se la debemos a la afición y lo que hizo ayer la gente de venir a nuestro entrenamiento a animarnos fue increíble. Espero que la victoria nos quite esos demonios que teníamos encima. Ganamos el average a Zaragoza y Estudiantes”. No quiso valorar el arbitraje tras quejarse Casadevall: “Ha habido tres o cuatro acciones pitadas que son muy injustas”.