Karl-Anthony Towns no estuvo en el calentamiento de los Wolves, sí en el partido. El pívot estaba durmiendo, intentado descansar lo máximo posible para recuperarse de un resfriado que casi lo deja fuera. ¿Qué hubiera pasado sin Towns? No se sabe. Lo que sí sabemos es que con él, los Wolves arrollaron a los Nets (129-109). El de Minnesota se fue hasta los 37 puntos (15/26 en tiros de campo, con 2/3 en triples), capturó 13 rebotes y puso 4 tapones. "Hoy ha sido un día muy largo para mí. Estoy contento de que acabe bien. Estuve tan cerca de ser baja", explicaba después Towns.

Al rookie de la pasada temporada le respaldaron las otras dos perlas de estos Wolves: Andrew Wiggins acabó con 23 tantos y Zach LaVine, con 20. Ricky, con problemas de faltas, acabó con 14 tantos (5/6 en tiros de dos) y 6 asistencias en unos Wolves que comienzan a carburar: han sumado 7 triunfos en los últimos diez partidos.

Los Nets, en cambio, están en caída libre. Encadenan cinco derrotas, pero es que han perdido ¡21 de sus últimos 23 partidos! "Siento que nos dominaron", señalaba después Kenny Atkinson, técnico de los Nets. "No podíamos pararlos. Estoy abrumado. Tenemos que mejorar". Brook Lopez fue el mejor —con 25 tantos y 3/6 en triples—. Pero Towns pasó por encima suyo. No corren buenos tiempos en Brooklyn.