Sigue el partido de la jornada 23 de Euroliga: Real Madrid vs Darussafaka

La dificultad de jugar a domicilio no es solo lo que se ve por televisión: desafiar a un buen equipo delante de su afición. Solemos olvidar los desplazamientos e incluso la meteorología. Factores que endurecen el reto, como el que tiene el Madrid esta jornada en Kazán, capital de la República de Tartaristán, en Rusia, a más de 700 kilómetros al este de Moscú, un viaje desde España que supera los 8.300 km (ida y vuelta). Ciudad a orillas del río Volga que el miércoles por la noche recibió a la expedición blanca, tras un vuelo de casi seis horas, con nevisca (nevada corta de copos menudos, dice el diccionario) y una sensación térmica de 25 grados bajo cero, la que tenía Sergio Llull en el momento de la fotografía. El termómetro rondaba los -20 ºC, aunque hoy a la hora del encuentro (17:00, M+ Deportes 1 y Esport 3) subirá a un reconfortante -16 ºC. “Es el viaje más largo de la Euroliga y siempre miramos en el calendario cuando nos toca jugar allí. Trataremos de recuperarnos rápido, que nos afecte lo menos posible”, decía Laso.

No estarán ni Rudy Fernández, que apura la recuperación de unas molestias musculares (isquiotibiales), ni Trey Thompkins, aquejado de un virus justo ahora que había sido dado de alta en la Liga Endesa en lugar de Ayón. Se ha perdido doce partidos esta campaña, diez de ellos por una lesión en la cadera. El Madrid defiende su primer puesto en solitario.