Que Anthony Davis y Russell Westbrook acaben juntos en Los Angeles Lakers es una idea difícil, pero cosas más complicadas y extrañas se han visto en la NBA. En un extenso reportaje titulado "Cómo los despachos de New Orleans Pelicans fallaron a Anthony Davis", Bleacher Report señala como una fuente cercana al agente del pívot (Thad Foucher) ha transmitido la posibilidad de que al final, tanto Westbrook como Davis, acaben en unos angelinos con hambre de talento. El representante del jugador pertenece al Wasserman Media Group, la misma agencia que la del base de Oklahoma City Thunder. 

Rumores. Simples rumores que pueden tener un poso de realidad. Aunque la balanza se inclina más hacia un pulso con la directiva. "O me traéis algo bueno para mi chico, o haremos todo lo posible por irnos de aquí", puede ser el mensaje de Foucher a Dell Demps, mánager general de una franquicia con cara (Davis), pero sin proyecto definido. En las cuatro temporadas previas del pívot en la NBA, solo en una de ellas llegó a los Playoffs (derrota en primer ronda ante Golden State Warriors) y en esta, el panorama no es nada halagüeño: 12º, a 3,5 partidos del 8º puesto. 

La ingeniera financiera para unir a ambos jugadores ahora mismo sería colosal. Westbrook renovó con OKC en agosto por tres temporadas y 85 millones de dólares. De esta forma, su contrato este curso subió de 17,8 a 26,5; una cifra que alcanzará los 28,5 en la 2017-18 y más de 30 en 2018-19 (está última es una opción de jugador -player option-). Por su parte, Davis amplió su vinculación con NOLA hasta 2020 (opción de jugador ese verano) por 127,1 millones repartidos en cinco años. 

Es decir, como agentes libres la ciudad de Los Ángeles solo podría verles juntos, como muy pronto, en la campaña de 2020-21, si no se hacen movimientos con Thunder y Pelicans, que les dejarían si nada en el fondo de armario y con todas sus futuras (se supone) estrellas lejos de Hollywood. O lo que es lo mismo, toda la reconstrucción y años con los peores resultados en la historia de la franquicia, tirados a la basura. ¿Es lo conveniente?