Noche de regresos en el Staples Center. 37 días después de fracturarse el cuarto metacarpiano de la mano izquierda, los Spurs volvieron a contar con Pau Gasol en sus filas. Unos días antes, Chris Paul sufría una lesión similar a la del español en el pulgar de la misma mano. Antes de lo previsto, el base (17+6+5) volvió a vestirse de corto esta noche. Sólo uno podía acabar luciendo una sonrisa completa al término de la misma. Y ese fue Pau. Partió desde el banquillo, pero sus 17 puntos y 11 rebotes en 27 minutos (retorno a lo grande) resultaron decisivos para decantar la balanza y dar a los Spurs el triunfo en cancha de los Clippers (97-105). Todo a la par que exhibía muñeca: 3/3 en triples. Tenía ganas de volver a su hábitat natural. Y nosotros de verle allí.

Los texanos golpearon primero (2-11) en un primer cuarto para olvidar. Unos no encontraban la forma de ver el aro, mientras que otros parecían empeñados en coleccionar pérdidas. En esas saltó al parqué Pau. Algo frío, le costó coger ritmo. Empezó a calentarse desde el triple. DeAndre Jordan le flotó en exceso, así que aprovechó el pase de Ginóbili para cantar su primer bingo desde la frontal. Segundos después puso un tapón a Austin Rivers. Ya estaba entonado.

Sin embargo, los problemas de faltas de Kawhi (pese a ello fue el máximo anotador de los visitantes: 21), y la inspiración en ataque de Rivers dieron algo de aire a los angelinos, que llegaron a tomar la iniciativa mediado el segundo periodo. Periodo que cerró Gasol con otros dos triples, castigando la insolencia de un DeAndre reacio a salir del aro. Tras la reanudación, Griffin despertó (29+9+5) y los de Doc Rivers amenazaron con romper el encuentro. Pero volvió a aparecer Pau. Dos canastas suyas tuvieron un efecto similar al del toque de corneta. Patty Mills, Tony Parker y Ginóbili (+24 para San Antonio con él cancha: intangibles) condujeron un parcial de 4-18 que, a la postre, acabó siendo definitivo.

Jordan y Griffin hicieron daño en la zona, pero la superioridad de los de Popovich en el rebote (36-51) y su profundidad de banquillo acabaron inclinando la balanza de lado de unos Spurs que continúan ganando partidos como quien no quiere la cosa. Ya están a sólo 6 victorias de las 50. Otra temporada más. Impresionante.