BALONCESTO | REAL MADRID

Ferrándiz, socio de honor del Madrid: 'Jamás concebí tal sueño'

"La noticia de la concesión de este honor convulsionó todas las fibras de mi ser", declaró. Ganó 4 Copas de Europa, 12 Ligas y 11 Copas. España vs República Checa

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El Real Madrid ofreció este lunes un bonito homenaje a Pedro Ferrándiz (Alicante, 1928), el entrenador español más laureado, al que nombró socio de honor en el palco del Santiago Bernabéu. Estuvo arropado por muchos de sus exjugadores y por el actual entrenador, Pablo Laso, que recordó cómo Ferrándiz le contrató cuando era directivo en 1995. El alicantino ejerció durante 13 temporadas como técnico del primer equipo y ganó 27 de los 85 títulos que exhiben las vitrinas del club. También entrenó al filial y fue dirigente. Una figura crucial en el despegue del baloncesto madridista hasta convertirlo en el mejor equipo de Europa.

Llegó al banquillo en 1959 y tras un par de parones se retiró definitivamente en 1975. “Los títulos me salen por las orejas”, dijo entonces. Ganó cuatro Copas de Europa, doce Ligas y once Copas. “Jamás concebí tal sueño”, dijo ayer al ser nombrado socio de honor. “He recibido muchos y muy altos honores, pero la noticia de la concesión de este título convulsionó todas las fibras de mi ser tras 22 años de servicio profesional y 40 de servicios puntuales a mi club. Hoy, al contemplar el rostro maduro de aquellos adolescentes que me acompañaron durante muchos años, se me agolpan los recuerdos de mil batallas, casi siempre victoriosas, en las que combatimos juntos”.

El presidente Florentino Pérez se refirió a Ferrándiz como “un hombre con un talento inmenso, un pionero, un creador, un entrenador absoluto y un maestro imprescindible”.

El homenajeado dijo que es “un cariñoso reconocimiento a la importante aportación del baloncesto a la inmensa gloria del club”. Y tuvo un recuerdo especial para Raimundo Saporta, al que considera “el auténtico artífice de la sección de baloncesto”.

El reconocimiento de los veteranos del Madrid a Ferrándiz

Clifford Luyk: “Pedro me contrató en 1962. Asistió a un partido de pretemporada entre los Knicks, mi equipo, y los Celtics. No había jugado y en el descanso empecé a tirar ganchos. Se fijó en mí y habló con el dueño de los Knicks para llegar a un acuerdo. Me fichó y aquí sigo 55 años después”.

Emiliano Rodríguez: “Tengo recuerdos imborrables de una época donde los triunfos nos sonreían, ganamos cuatro Copas de Europa. Pedro era una persona muy lista, muy hábil en los planteamientos tácticos y estábamos acostumbrados a que nos sorprendiera. Tenía además una gran capacidad para mantener el buen orden dentro del grupo”.

Wayne Brabender: “Jugué en una universidad pequeña (Minnesota Morris), pero alguien le habló de mí y vino desde Madrid a un lugar muy apartado para verme. Llegó en tren, decía que como en el Antiguo Oeste, y montamos un partido improvisado. Ferrándiz tenía un don para elegir jugadores. Era un aventurero y aún lo es. Cincuenta años después se lo agradezco mucho”.

Rafael Rullán: “En la Navidad de 1966 llegué a Madrid para hacer una prueba. Me la realizó el propio Ferrándiz y me fichó. A los jóvenes nos exigía mucho. Era un técnico de gran ingenio y vitalidad”.

Vicente Ramos: “Viví una etapa formidable junto a él (1968-75). Imponía disciplina, la de aquella sociedad. Lo que decía iba a misa, pero las pequeñas diferencias siempre se pulieron: quedan los grandes momentos y el cariño”.

Cristóbal Rodríguez: “Cambió el baloncesto y lo hizo más profesional, con dedicación exclusiva. Era un gran conocedor de las personas, figura clave junto a Saporta. Homenaje merecido, aunque quizá llegue un poco tarde”.