A 2,5 partidos de los playoffs 2017, pero con cuatro equipos mejor colocados para ocupar esa octava plaza, tres (Nuggets, Blazers y Mavs) si descartamos automáticamente a unos Kings que tras el traspaso de DeMarcus Cousins lo normal es que terminen la temporada a la deriva. Los Minnesota Timberwolves hace meses que encontraron su ritmo, que no era el de aquellos primeros 24 partidos (6-18), sino el del los últimos 36 (18-18). Ahora, con tres triunfos en los últimos cuatro encuentros y con las mejores versiones de Karl-Anthony Towns, Andrew Wiggins y, también, Ricky Rubio, los de Thibodeau son un equipo peleón y que empieza a parecerse a ese equipo ya competitivo que pedíamos todos antes de que arrancara la temporada.

Ayer, ante unos Kings que se han quedado vacíos, la pareja de jóvenes estrellas lideró a los Wolves hacia una victoria fácil: 29+17 de Towns (68% de acierto en los tiros) y 27 de un Wiggins que sigue jugando mejor sin LaVine (también juega mejor LaVine sin Wiggins, en mi opinión).

Ricky Rubio se quedó a un punto del doble doble y superó la decena de asistencias (11) por sexta vez en los últimos siete partidos. Puede que estemos ante la mejor versión NBA de Ricky, o por lo menos ante la más consistente,