TIMBERWOLVES 119 - WIZARDS 104

El mejor partido NBA de un Ricky Rubio de récord: 22+5+19

Fantástico partidazo del base para establecer el récord de asistencias de los Timberwolves. Destroza, junto a un dominador Towns (39+13), a los Wizards.Argentina-Islas Vírgenes: Americup Femenina en vivo

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Ricky Rubio nos regaló un partido de fantasía para hacer historia en los Minnesota Timberwolves. El base de El Masnou se lució ante John Wall para igualar su mejor marca personal anotadora del curso (22 puntos) y establecer un nuevo récord de asistencias en la franquicia (19). Una formidable actuación que coronó con 5 rebotes y 3 robos de balón. Números que no se veían en la mejor Liga del planeta desde abril de 1994 cuando Sherman Douglas logró un 27+22+8+3. "Una de esas noches". Así resumió la que, de largo, ya es su mejor actuación en la NBA. Volvió a entenderse a las mil maravillas con un Karl-Anthony Towns, dominador (39+13), al que regaló 10 de sus 19 pases de canasta. La misma cifra con la que cerró un mágico primer cuarto en el que entregó un pase imposible a Nemanja Bjleica que puso en pie al Target Center. Agradecido, el público le brindó una ovación que será difícil olvidar tras acabar con el mejor equipo del momento, unos Wizards que habían salido airosos de 18 de sus 22 citas anteriores pero que vuelven a ceder ahora la segunda plaza del Este.   

Cuando una notable mayoría había tirado la toalla con él, cuando parecía atrapado en un callejón sin salida, acosado entre la mediocridad de Minnesota, sus paupérrimos porcentajes de tiro y sin la alegría en el juego de sus primeros años, Ricky ha conseguido encontrar la luz. Se ha mantenido ajeno a mil y un rumores sobre un posible traspaso que nunca ha llegado. Ha sabido abstraerse de las críticas (algunas justas, otras no tanto). Y sobre todo, reponerse al mazazo por la pérdida de su madre para sacar a relucir su mejor baloncesto. La recuperación que intuimos en los dos primeros meses de este 2017 se ha confirmado con la llegada de marzo. En los seis encuentros en él disputados promedia 15,2 tantos (45,5% en tiros de campo), 5,8 rebotes, 10,4 asistencias y 1,6 robos. Además, reivindicándose a lo grande mientras guiaba a los Wolves a la victoria ante tres de los mejores bases de los últimos tiempos: Chris Paul, Stephen Curry y John Wall.

Con el ex del Joventut y Barça al mando, los lobos borraron del mapa a Washington en el primer envite (41-23) Lo que no quiere decir que los capitalinos bajaran los brazos. Todo lo contrario, a lomos de Wall (27 puntos pero un 6/16 en lanzamiento en el que Rubio tuvo algo que ver) y a ciertos momentos de inspiración de Bradley Beal, fueron haciendo la goma durante todo el partido hasta que entrados en los cinco últimos minutos se colocaron en condiciones de asestar el gran golpe (102-96). Pero la joven camada de Thibodeau ya no es ese equipo tierno y blando que desesperaba a comienzos de la campaña. Así que de nuevo aparecieron Ricky y Towns (tenían que ser ellos) para sellar un gran triunfo. Un triple del dominicano tras la 18ª asistencia del español, la misma con la que tumbó al mismo tiempo su anterior marca personal y la del franquicia, y poco después un lanzamiento en suspensión casi imposible de Rubio dieron al traste con la remontada. Hasta otros cuatro compañeros lograron establecer dobles guarismos en anotación y el equipo rindió a un muy alto nivel en líneas generales, pero la dupla Ricky-Towns lo eclipsó todo.

"Traté de marcar el tempo desde el inicio y ser agresivo. En el primer cuarto llegué a ver las cosas de manera distinta", relató el catalán, cuyo único pero fueron los 6 balones que perdió. Dato que compensa con los 36 partidos consecutivos en los que Minnesota ha repartido al menos 20 asistencias. Un nuevo récord (otro más) del que es el gran artífice. Towns, quien encadenó su duelo consecutivo número 21 llegando a la veintena de puntos (algo que ni siquiera Kevin Garnett logró hacer con esa camiseta), acabó rendido a la gran noche de Ricky:" "Prácticamente se las ingenió para darnos el triunfo esta noche. Así que nos dedicamos a aprovechar cada balón que nos daba". Una victoria que sitúa a los Wolves a 3,5 partidos de Denver. Va a ser una tarea, la romper una sequía de doce años sin disputar los Playoffs, harto difícil. Pero con el mejor Ricky en muchos años, todo es más fácil. No hacía falta un milagro, era más una cuestión de confianza.