Luol Deng tiene 31 años y firmó el pasado verano un contrato de 72 millones de dólares por cuatro temporadas con Los Angeles Lakers. Timofey Mozgov (30) dejó Cleveland tras un mal año (y un anillo, eso sí) y se fue a L.A. con un acuerdo de 4x64. Entre los dos, 136 millones garantizados hasta 2020, 112 cuando termine la presente temporada. Ninguno de los dos jugará en los 15 partidos que restan a los angelinos antes de cerrar otra temporada que no ha hecho sino alargar su peliagudo proceso de reconstrucción. Deng lleva siete partidos sin jugar ni un minuto y Mozgov no ha participado en doce de los últimos catorce. En los otros dos apenas ha sumado 26 minutos y en su caso ya es oficial que no pisará la pista en lo que queda de Regular Season. Esta temporada sus sueldos se van a 18 (Deng) y 16 (Mozgov) millones de dólares.

Deng y Mozgov fueron dos fichajes precipitados y muy sobrepagados en el pasado mercado veraniego. Es lo que les suele pasar a los equipos cuya realidad deportiva impide atraer a las primeras piezas del mercado. Y a las de segundo nivel solo se las convence con mucho más dinero que el resto de pretendientes. Los Lakers, por historia y aura, habían evitado muchas veces verse en esas. Estos fueron también fichajes de la era Jim Buss/Mitch Kupchak, cortada de raíz por Jeanie Buss. Ahora mandan Magic Johnson y Rob Pelinka, y los Lakers quieren ver quiénes de su núcleo joven valen para el futuro y quiénes pueden ser utilizados en futuras operaciones como posibles monedas de cambio.

Así que los Lakers, además de airear las desavenencias con la anterior cúpula deportiva, prefieren dar margen de crecimiento a Ivica Zubac (19 años) antes que agarrarse a Mozgov. Y prefieren foguear a Brandon Ingram (una de las joyas de la corona) y probar a David Nwaba antes que exprimir a Deng. Además, no hay que olvidarlo, el equipo angelino mira de frente a un draft 2017 que viene cargado de talento y en el que, como en años anteriores, su pick está condicionado: o es top-3 o se irá a Philadelphia (vía Phoenix, cosas de la llegada de Steve Nash). Así que, con las derrotas siendo ya claramente bienvenidas, todo cuadra… pero eso no evita que suene a fracaso rotundo la inversión veraniega en dos veteranos llamados a hacer vestuario, tirar de los jóvenes y ayudar a hacer más competitivo al equipo. En lo primero seguramente han cumplido. En lo segundo, no tras un prometedor inicio de campaña. Así que, de momento, los Lakers ponen esos 136 millones dólares en actividad nula...