Aunque sin llegar a los niveles de la bochornosa batalla campal del Palace en noviembre de 2004, anoche Robin Lopez y Serge Ibaka protagonizaron un duelo a puñetazo limpio que no deja a ninguno de ambos muy bien parados. La pelea del año en la NBA llegó en el tercer cuarto del Raptors-Bulls y sirvió para cambiar el curso de un partido que los visitantes tenían en el bolsillo antes del incidente pero que acabaron perdiendo en la prórroga. Sin embargo, más que hablar de una nueva debacle de Chicago que reduce un poco más sus opciones de playoffs, el combate Lopez-Ibaka acaparó todos los focos. Ambos fueron expulsados de inmediato. Falta por conocer la sanción que impondrá la NBA a los protagonistas de tan lamentable espectáculo, quienes probablemente puedan perderse más de un partido.

“Sé que esto es baloncesto. A veces hacemos trash talking o nos empujamos los unos a los otros, pero no hay lugar para sacar a relucir a los puños. Lo que quiero es jugar y no ser suspendido”, comentó Ibaka en declaraciones recogidas por Doug Smith del diario ‘Toronto Star’. El hispanocongoleño esgrime en su defensa que no fue él quien comenzó la pelea, sino que simplemente se defendió ante la exagerada agresividad del pívot de los Bulls. “Todo comenzó con los típicos empujones en la lucha por el rebote. Siempre hay contacto. Pero de repente me dio un puñetazo. Como hombre tenía que defenderme. No voy a consentir que alguien me propine un puñetazo y quedarme de brazos cruzados. Tenía que protegerme. Eso es lo que ocurrió” explicó el ala-pívot de los Raptors.