Después de 38 años (temporada 1978-79) de sequía, Washington asegura un título de División, certificado (46-28) en el Staples Center, donde remontó 16 puntos en 14 minutos (del 88-72 casi al final del tercer cuarto al 108-119 final, 13-37 en el último cuarto) al ritmo de John Wall (34 puntos, 14 asistencias, 4 robos).

Los Wizards resisten el empuje de los Raptors (45-29, a un partido) y están a dos partidos de los Celtics… y por lo tanto a uno y medio de los Cavaliers. Para entender el significado de esto (para unos y para otros) basta con recordar que en los diez primeros partidos de la temporada los Cavaliers se pusieron 9-1 y los Wizards 2-8. Ahora, 1-3 para unos y 4-0 para otros en los cuatro últimos. En L.A., Porter y Beal anotaron 16 puntos por cabeza para paliar los problemas defensivos ante el backcourt de unos Lakers sin Ingram: 22 puntos de Clarkson, 28 de un D’Angelo Russell que falló mucho al final tras un primer tiempo espectacular.

Sus dos caras, tantas veces vistas, para un equipo arrasado en los últimos minutos después de enlazar 15 tiros anotados consecutivos en el tercer cuarto. La derrota desde el punto de vista práctico mantiene a los angelinos (21-53) medio partido por detrás de los Suns (22-53) en esa carrera de torpes por estar detrás de los Nets en la lotería del draft. Los Lakers, no lo olvidemos, necesitan que su pick sea 1,2 o 3… o se irá a Philadelphia. Eso, llegados a este punto y tal y como han ido las cosas, significa presión.

Porque los Suns siguen perdiendo y perdiendo. En Atlanta de forma ajustada (95-91) y sin Devin Booker. Problemas físicos del chico de los 70 puntos y 24 puntos de TJ Warren contra unos Hawks que siguen pasando apuros (victoria sufrida después de siete derrotas seguidas) sin Paul Millsap: 18+12 de Ilyasova, 27+9 asistencias de Schroder y 15+11+4+4 de Dwight Howard. Los Hawks, que basaron el triunfo en un parcial de 17-1 en el último cuarto (de 71-78 a 88-79), son quintos del Este pero con el mismo balance que el sexto, Milwaukee Bucks.