Sigue el show de LaVar Ball, el padre de Lonzo Ball. El base de los Bruins de UCLA acaba de repetir que nada le haría más feliz que ser drafteado por los Lakers. De hecho, ha asegurado que vestir el púrpura y oro sería más importante para él que ser elegido como número 1. Esto segundo difícilmente funcionará porque Markell Fultz es favorito para ser el primero de la promoción. Lonzo apunta al 2, donde podrían elegir unos Lakers que, no hay que olvidarlo, darán su pick a los Sixers si este cae por debajo del top-3.

Mientras, LaVar sigue aprovechando la verborrea que le ha convertido en uno de los personajes mediáticos de los últimos meses en Estados Unidos. Todo desde que se desmarcó con aquello de que Lonzo era ya mejor que Stephen Curry. Después, muchos líos, debates sobre si su carácter asustaría a las franquicias que quisieran draftear a su hijo (un talento descomunal, todo sea dicho) y hasta líos con Nike por sus desmedidas peticiones.

Pero ahora, LaVar puede haber entrado en un terreno especialmente resbaladizo, más incluso que cuando aseguró que podría ganar un uno contra uno al mismísimo Michael Jordan. Porque ahora ha asegurado que UCLA se quedó fuera de la Final Four porque juntaba en pista a demasiados jugadores de raza blanca: “Seamos realistas, no puedes ganar el campeonato con tres blancos en pista. Son muy lentos, su desplazamiento de pies es muy lento. Le decía a Lonzo que iba a tener que meter 30 o 40 puntos o no ganarían”.

Lonzo no solo no metió esa cifra de puntos en el día de la eliminación ante Kentucky (10 con 8 asistencias y 4 pérdidas) sino que vio como el base rival De’Aaron Fox sí se iba hasta 39, récord de un freshman en el torneo. Los tres blancos de UCLA que jugaban muchos minutos (Bryce Alford, Thomas Welsh y un posible primera ronda como TJ Leaf) sumaron 39 puntos entre los tres. Y LaVar también justificó la derrota de su hijo en el duelo con Fox: “Se lesionó, tuvo un problema muscular. Intentaba correr pero le costaba mucho, aunque él nunca quiere poner excusas”.