Un excelso Chris Paul (34 puntos, 7 rebotes, 10 asistencias y dos robos) recuperó el mando de la eliminatoria para los Clippers (2-1). Salt Lake City volvió a vivir un partido de playoffs cinco años después, pero los Jazz (aún sin Gobert) no lograron llevarse la victoria (106-111) pese a un gran Gordon Hayward que, eso sí, fue perdiendo fuelle con el transcurso de los minutos. El alero acabó con 40 tantos en su cuenta (el cuarto jugador en Utah que lo consigue en los playoffs tras Karl Malone, Dantley y Boozer), si bien 21 de ellos llegaron en el primer cuarto (marca que supone un nuevo récord para los de Utah en la postemporada). Poco después apareció George Hill para secundarle, pero ambos estuvieron muy solos en la anotación de los locales. Solo Joe Johnson aportó algo de luz en ataque.

La baja de Gobert volvió a otorgar a los angelinos superioridad en la pintura (27-41 en rebotes) para alegría de DeAndre Jordan (17+13). Sin embargo, los Clippers volvieron a mostrar su etiqueta de equipo maldito cuando Blake Griffin se tuvo que retirar antes del descanso por un fuerte dolor en el dedo gordo del pie derecho. Las primeras pruebas realizadas no indican que se trate de una lesión de gravedad, pero el el ala-pívot presenció desde el banquillo la exhibición de un Chris Paul, fabuloso, que decidió el partido con 13 tantos en los 5 últimos minutos. Clutch player. Tras el zarpazo en el Game 1, los Jazz están ahora por debajo y vuelven a tener el factor cancha en contra.