FASE DE ASCENSO A LIGA FEMENINA 1

El Movistar Estudiantes asciende a Liga Femenina 1

El equipo colegial sufrió para doblegar a un gran Cortegada (60-57). Un parcial 10-0 para cerrar el partido, guiado por San Román, fue clave.

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Las jugadoras del Movistar Estudiantes celebran el ascenso a Liga Femenina 1.
FEB

El Movistar Estudiantes tocó el cielo en León cuando todo parecía imposible. Cuando todo estaba rematadamente chungo, las women in black hicieron el más difícil todavía: colgarse del alambre y tirar de casta, orgullo y calidad para remontar en cinco minutos de pura tensión siete puntos y ascender así, siete años después, a Liga Femenina 1. Y lo consiguieron porque la fe inquebrantable de las chicas de Fito González lo puede todo: 18 triunfos seguidos, una segunda vuelta impoluta, primeras sin error en el grupo de fase de ascenso y victoria para subir, en un duelo de infarto, ante un Cortegada (60-57) que estuvo cerca, muy cerca, pero que se quedó con la miel en los labios.

Ahora, tras siete años, el Ramiro vuelve a tener a sus dos primeros equipos en la élite del baloncesto español. No hay club igual. Es el Estudiantes. Un club único que ha vivido los últimos años en las tinieblas, sin rumbo fijo en un conjunto ACB con dos descensos deportivos no materializados en los despachos. Pero no así en un baloncesto femenino que se ha forjado en religión en el mítico Magata. Natalia López, Linda Rubene, Inés Orselli, Alejandra Quirante, Teresa López, Clara Rodríguez, Mariana González, Irene San Román, Rocío Torcal, Irene San Andrés y Laura San Bartolomé. Estas son las women in black. Recuerden sus nombres porque ya son historia estudiantil.

Nueve años después, León era el centro del mundo estudiantil. En la temporada 2007-08, el equipo entrenado por Velimir Perasovic salvó la categoría en el Palacio de los Deportes castellanoleonés después de un final de curso épico. Ahora, en 2017, las colegiales cogían el testigo para tratar de volver a la élite del baloncesto femenino. Enfrente, el Cortegada. Las de Pontevedra llegaban a esta final tras vencer al Leganés y al Ciudad de los Adelantados, y con la idea de que para ellas todo era posible.

Y no las tembló el pulso. Con una formidable Sara Gómez y Salomé García, las gallegas asaltaron un partido que no se les escapó hasta el minuto 35. Solo Irene San Román (22 puntos para 23 de valoración) contestaba la pegada de las pontevedresas (19-23 al finalizar el primer cuarto). El Cortegada aumentó la zancada. Alejandra Quirante no conseguía coger su habitual ritmo anotador y Linda Rubene, con seis seguidos, daba réplica a la potencia interior de Ndeye Syll (34-34, 1:29 del segundo periodo).

Sin embargo, las de González vivían en el filo. Un soplido, las podía hacer caer y así fue: 38-47 a mediados del tercer cuarto nada alentador para unas colegiales que daban bandazos sin poder descifrar la defensa contraria. Cercaban, pero no cazaban a un rival que con un triple de García vio abrirse las puertas del cielo al marcharse de siete a solo cinco minutos del final (50-57). En ese lapso, Mariana González cometía la quinta falta. La capitana veía desde el banquillo como la vida se escapaba, pero Rubene, Torcal, con una gran bomba, y San Román (siempre San Román) lanzaron andanadas profundas que las gallegas vieron atónitas. Del 50-57 al 60-57 final para ascender a lo más alto.