ATLANTA HAWKS

Los Hawks, agradecidos con los Warriors por Calderón: "Tiene salero. Sabe jugar a esto"

En dos meses, el extremeño se ha metido en el bolsillo al Philips Arena y a sus nuevos compañeros. Budenholzer: "Nos sentimos afortunados".

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Los Hawks, agradecidos con los Warriors por Calderón: "Tiene salero. Sabe jugar a esto"
ERIK S. LESSER EFE

Tras los dos primeros partidos disputados en Washington, los Hawks parecían predestinados a irse de vacaciones muy pronto. Días después, con la serie de regreso a la capital, las sensaciones son muy diferentes. Atlanta no solo ha logrado empatar la serie a dos victorias, sino que ha recuperado para la causa (y para la NBA) la mejor versión de José Manuel Calderón. "Tener a Jose —sin tilde, como se le conoce en Estados Unidos— nos beneficia. Tiene ese salero. Sabe cómo jugar al baloncesto de la manera adecuada", le elogiaba Paul Millsap tras ejercer de revulsivo perfecto en el Game 4 de la serie: 10 puntos, 5 asistencias y un +29 para su equipo en los minutos que estuvo sobre el parqué (20). 

El día después de la revolución de Calde, Chris Vivlamore (el periodista que sigue habitualmente a los Hawks para el 'Atlanta Journal-Constitution') le dedica un artículo titulado: Los Hawks deben darle las gracias a los Warriors por Calderón después del gran paso adelante dado en el cuarto partido. Además de las positivas palabras de Millsap —el líder del equipo junto a un Schröder al que el español suplió a la perfección ante sus probelmas de faltas—, el reportaje incluye también los comentarios del coach Mike Budenholzer. "Nos sentimos afortunados por el hecho de que Jose —de nuevo sin tilde— nos eligiera. El mundo del deporte es así. Tienes que tener esa pizca de suerte tanto durante el partido como para que un veterano como él decida jugar en tu equipo", agradece quien fuera Entrenador del Año en 2015.

Budenholzer se refiere a lo acontecido a comienzos del pasado mes de marzo. Todo estaba preparado para que Calderón (36 años en septiembre) se fuera a los Warriors... pero la lesión de Kevin Durant obligó a los californianos a cambiar de plan sobre la marcha. Eso sí, para no dejarle tirado Golden State le firmó durante unos minutos antes de cortarle de nuevo. Maniobra que permitió que el de Villanueva de la Serena pudiese recalar finalmente en Atlanta. Su quinto equipo en el último año: acabó el pasado curso en los Knicks, fue traspasado en verano a Chicago para hacer escala y aterrizar en unos Lakers en los que abrió la presente temporada e hizo de padre de los jóvenes pupilos de Luke Walton. Un periplo que le ha permitido disputar y volver a sentirse importante en los cuartos playoffs de su carrera.

Su saber estar, experiencia y conocimiento del juego le han permitido, en unas semanas, meterse en el bolsillo a un Philips Arena que incluso ha llegado a corear su nombre. "Yo soy así, aunque lleva algo de tiempo. Voy dándome cuenta de lo que les gusta y cómo les gusta hacer las cosas a mis compañeros. Cada partido me siento más cómodo porque les voy conociendo un poco más. Esas sensaciones son las que me permiten mostrarme como yo soy en la cancha", explica un Calderón cuya resurrección en esta postemporada puede abrirle las puertas de un nuevo contrato en la Liga este próximo verano. Por el momento se ha convertido en uno de los culpables en conseguir que los Hawks regresen a Washington con opciones de tomar la delantera en su cruce ante los Wizards.