SPURS 116-GRIZZLIES 103 (3-2)

Pau gana a Marc y los Spurs acarician las semifinales: 3-2

Los Grizzlies llegaron vivos a los últimos minutos pero sentenciaron entre Kawhi Leonard y Patty Mills. Marc Gasol terminó con 17+5+7.

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En los últimos seis años hemos visto a los Grizzlies a las órdenes de Lionel Hollins, Dave Joerger y David Fizdale. Casi siempre con las apuestas en su contra y con matices de estilo pero con un denominador común final: nunca se rinden. Es un equipo que empuja hasta donde le llega en esa trama de batallas de los playoffs en la que encaja tan bien. Mientras sigan allí Mike Conley, Marc Gasol y Zach Randolph, así será. El rival, sea el que sea, tendrá que dar el 100%, minimizar errores y sacar el máximo de sus oportunidades. O los Grizzlies, con lo que tengan y como toque, acabarán dándole mordiscos en los tobillos. Bien lo están comprobando los Spurs, que al menos crearon la suficiente separación en el quinto partido (116-103) y colocan un 3-2 que debería bastarles: 84,4% de opciones de avanzar para el que se lleva este duelo bisagra. Eso sí, para el sexto en Tennessee les espera pelea de perros. Y si pierden, el séptimo volverá a probar su sistema nervioso. Los Grizzlies suelen tener menos que su rival en las eliminatorias de playoffs. Pero siempre dan más de lo que se espera de ellos. Y jamás se rinden.

Tampoco en un quinto partido que se jugó en las coordenadas de los Spurs durante muchos minutos y sobre el que planeó la sensación de que es muy difícil que los Grizzlies trasladen a Texas el conjunto de virtudes que les había permitido empatar a dos en su pista: les falta un poco más, un último empujón que quizá solo tenga que ver que juegan sin dos teóricos titulares a las puertas de la temporada (Allen, Parsons) y con una serie de secundarios a los que Fizdale está sacando el 150%. Conley, aunque sufrió cuando le defendió Kawhi Leonard en el primer cuarto, está a un nivel excelente, Randolph rasca como puede sin la incidencia de sus mejores años y Marc Gasol no puede, ante un rival que le exige tanto, estar constantemente a un nivel excepcional. Y eso ni más ni menos es lo que necesitan los Grizzlies para ganar en pista de los Spurs. Con 26 puntos entre Marc (17, con 5 rebotes y 7 asistencias) y Z-Bo (9), es casi imposible.

Sobre todo si por fin anota Ginóbili (10), Tony Parker hace el suficiente camino (16 y 6 asistencias) y los Spurs rebotean y asisten más, pierden menos balones y acaban con un brillante 14/28 en triples. Esos números, en su pista, deberían implicar triunfo cómodo. Pero a pesar de todo, a pesar de tres cuartos de 29 o más puntos y a pesar de su 78-61 en el último tercio del tercer cuarto, los Grizzlies seguían allí: 87-83 casi seis minutos de tiempo real después, gracias a 14 puntos de Conley (26 totales con 6 asistencias) y a una racha excepcional en el tiro. Un regreso que puso murmullos en la grada y que acabó anulado por Kawhi Leonard (8 de sus 28 puntos en el tramo decisivo) y sobre todo por un Patty Mills que anotó cuatro triples en los últimos ocho minutos y (20 puntos) y aseguró una victoria que, otra vez, no debería haber dependido seguramente de los últimos cinco minutos (a los que se llegó 102-97).

Eso demuestra que a estos Spurs les sobra menos que en otras de sus versiones, mucho más físicas y profundas. Y también que los Grizzlies siempre van a estar a la vuelta de la esquina, sea el tipo de partido que sea aunque uno así, a tantos puntos, les castigue de forma evidente. Supieron hacer la goma y, como siempre, obligar al rival a ganarles una vez más, la definitiva. No siempre (no en 2017) van a aparecer Parker y Mills. Pero por ahora debería bastar, aunque los Grizzlies no cederán hasta que realmente no quede más remedio… si es que queda. Pau Gasol, cargado pronto de faltas, jugó sus mejores minutos en el tercer cuarto, cuando parecía que la victoria iba a ser más sencilla, y terminó con 9 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias (en 16 minutos). Mañana sexto partido. La resistencia de los Grizzlies puesta a prueba de nuevo y los Rockets esperando rival.