BILBAO - ANDORRA

El Bilbao aún cree en el playoff: victoria y 'average' ante Andorra

Enorme ejercicio de voluntad de los 'hombres de negro' ante el físico descomunal de los del Principado. El rebote decidió: tercera mejor marca en la historia del RETAbet (47, con 17 ofensivos)

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Hay tres o cuatro batallas en la ACB: por la cima, en la parte de buscar la ventaja de campo en cuartos de final, los que tratan de huir de la quema por abajo y los que aún no ven el playoff en la puerta de su casa y tienen que salir a buscarlo. Es el caso de Bilbao y Andorra, que sostuvieron un debate irregular, con idas y vueltas en Miribilla, pendientes también el average (+4 para los del Principado) y decantado para el más exigido y con una fe mayor (ahora están a un triunfo y con coeficiente vizcaíno). El físico era de los visitantes, pero la voluntad (esa que conducía al ritmo y a atrapar rebotes, alcanzaron la tercera mejor marca de su historia, 47, con 17 ofensivos, a dos de un par de compromisos de la temporada 2010-11) corrió a cargo de los locales. Al final, el cuadro de Peñarroya acabó pareciendo el más detartalado: Albicy estaba mal físicamente y no se dejó ver, Burjanadze pasó una matinal amarga con el marcaje de Hervelle y Mendia, y Shermadini encontró dureza en sus pares y las ayudas.

En el caso del Bilbao, tras el salto inicial, más que una cuestión de mirar al tanteador era de supervivencia a la espera del final: Borg se cayó a última hora por una rotura de fibras en el músculo tibial anterior de la pierna izquierda y Bamforth está borrado para lo que resta de campaña. Así que ni un andamio robusto sostiene el pobre perímetro del equipo. Por dentro, no jugó Nikolic por castigo y tuvo que echar una mano Mendia, que contagió su arrojo. El fuego inicial sí le dio para creer que podía completar la misión: la primera canasta en juego de ambos, que arrancaron con mucha tensión sabiendo lo que había en juego, tuvo lugar con un consumo de tiempo de 2:20. Había gran respeto mutuo.

El Bilbao decidió dar el primer paso valiente: 19-14 tras dos canastas de Buva (-32:42). Pero las rotaciones fueron minando al equipo, todas menos la de su cinco croata. Sí, Salgado, Llorente, Lapornik y Mendia le ponen ardor, pero no hay muchos puntos en sus manos, y por delante Tabu estaba negado de cara al aro, a la espera de la traca del colofón: anotó su primera canasta al filo del bocinazo del final de primer tiempo. Lanzó un puñetazo de rabia al aire. Navarro había hecho algo parecido a la conclusión del cuarto inicial, pero en formato triplista. El Andorra lo tenía claro: metió físico a mansalva, hizo dos contra unos automáticos cuando el balón entraba al poste bajo con Buva y Mumbrú, y se cerró en defensa.

La segunda parte dibujó de arranque un panorama similar. El Andorra se quedó en dos puntos durante seis minutos y Todorovic, cada vez más asentado en la posición de escolta, metió un triple tras mover con paciencia el equipo la bola por el perímetro y llevó la distancia al techo local: 46-39 a falta de 14:16. Duran iba trampeando con las rotaciones ante un rival frío, con cierta laxitud atrás. Por voluntad encomiable, el Bilbao se fue a la máxima diferencia: 62-54 (-8:08) tras triple de Tabu, que iba cogiendo el hilo del argumento. Mumbrú descansaba a la espera de la parte definitiva y salió a falta de siete minutos. Hizo un partido serio, sin grandes lujos pero una vez en plan líder total, aunque falló tiros libres importantes en el suspiro final. Eric sacó un 2+1 a Shermadini, aunque no aprovechó el adicional y acto seguido anotó un contraataque un Navarro que juega sin hacer ruido pero aporta determinación. Hervelle anotó un triple decisivo a -2:14 (71-63). Luego Eric (su rotación final fue decisiva) ajustó un gorrazo a Shermadini, amargado en gran parte de la matinal. Mumbrú cometió la cuarta y fue sustituido como en tramos de balonmano por Lapornik defensa-ataque. La impotencia, especialmente por el poco deseo y la falta de dureza en el rebote propio (Hervelle capturó 7 ofensivos y su equipo, 17) viajó al banquillo visitante y el exBilbao Paco Vázquez recibió una técnica.

"Perdimos una oportunidad de hacer algo grande. No jugamos al ritmo que pretendíamos, ni a la altura exigible. Perdimos el partido y, por el average, casi otro", soltó muy serio Joan Peñarroya. "Felicito al equipo por creer; dimos ese paso necesario para tener fe en el playoff. Si somos los de Badalona no tenemos nada que hacer", valoró feliz Carles Duran.