El Madrid se medirá el viernes al Fenerbahçe en la Final Four. Le espera un gran equipo dirigido por Obradovic, y a su lado, un español. Juntos ya ganaron la Euroliga con el Joventut en 1994. Izquierdo pasó también por el club blanco, donde fue segundo de Imbroda hace 14 años.

El Fenerbahçe llega a la Final Four como un tiro, tras sumar un +85 en dos partidos.

El miércoles ante el Efes jugamos muy, muy bien. Arrasamos (57-96), pero el viernes visitamos al colista que ha terminado solo con dos victorias y la paliza era de esperar (55-101). Nuestro problema previo esta temporada han sido las lesiones, que no nos han dejado dar nuestra verdadera medida. Algunas de las bajas fueron de larga duración, incluso coincidieron en el tiempo y en la posición. Pero ahora estamos muy bien y ya pudimos preparar a conciencia la eliminatoria ante el Panathinaikos (por primera vez un equipo sin ventaja de cancha ganó 0-3). En la Liga turca sí hemos estado muy sólidos y llevamos 20 victorias seguidas.

¿El Madrid es el peor adversario posible para el Fener­bahçe en esta Final Four?

Para mí, sí, porque es el que ha jugado con más solvencia. Ha dominado. Luego ya en la Final Four y con la experiencia de los cuatro equipos hay un 25% de opciones para cada uno. Pero para mí el Madrid es el que más capacidad y potencial tiene.

¿Cuánto les preocupa Llull?

Es el jugador más determinante y más en forma de la Euroliga. Está ahora mismo un paso por encima de todos, pero el Madrid no es solo Llull. Si paras a Llull y Carroll te mete 25 puntos... O si te matan en el rebote de ataque con Ayón, Reyes, Randolph… Llull es muy importante, pero lo que le ha hecho líder al Madrid es el poder del conjunto.

¿Le daría entonces el MVP de la Euroliga a Llull?

Estaría entre él y Ekpe Udoh, nuestro pívot. Bogdanovic ha mostrado un muy buen nivel, pero pasó dos meses lesionado. Y De Colo también ha estado varias semanas fuera y su equipo no ha terminado primero. No solo es jugar bien y dominar, sino hacerlo todo el año. Y Llull lo ha logrado.

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Es la Final Four de la estabilidad. Entre los cuatro entrenadores acumulan 16 temporadas seguidas en sus clubes: Laso, seis; Obradovic, cuatro e Itoudis y Sfairopoulos, tres.

Las flores de un día salen cada vez menos. Hay que tener estabilidad, trabajar mucho y bien y que funcione lo que haces. Es importante esa continuidad y que todo el mundo tenga claro qué se quiere y cómo se quiere. Y ahí incluyo a la afición. Nosotros, por ejemplo, tenemos los abonos de toda la Euroliga vendidos desde el primer día.

Las 16.000 localidades del Sinan Erdem estarán ocupadas en más de un 80% por seguidores del Fenerbahçe, ¿un arma de doble filo?

Ya ocurrió el año pasado en Berlín. Para nosotros es una ventaja, pero si pregunta por la presión, le respondo que esa nos la pone a todos ­Zeljko (Obradovic). La presión del público y de la prensa no nos afecta porque desde el primer segundo de la primera reunión de pretemporada conocemos el objetivo: estar arriba.

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Dice que Obradovic sabe cómo ganar, que tiene un extra respecto a otros entrenadores, ¿por qué lo cree?

A los hechos me remito. Esta será su 16ª Final Four y ha ganado ocho. Lo que veo a su lado es que se anticipa a lo que pueda pasar. Todos los escenarios posibles pasan de antemano por su cabeza y mueve pieza un segundo antes de que algo ocurra. Una gran ventaja para el equipo.

Fue ayudante de Obradovic en el Joventut (1993-94) y en 2013 volvió a su lado en Estambul. ¿Ha cambiado mucho en estos años?

Ha cambiado en algunas cosas, tiene más experiencia, pero en otras sigue igual. Lo que mantiene es la misma pasión por el baloncesto.

En 2013 usted trabajaba en el Ayuntamiento de Badalona, ¿cómo ha vivido este desafió?

Cuando Obradovic me llamó en 2013 y me ofreció trabajar junto a él, le respondí: ‘Si me das dos o tres horas, preparo la maleta y me voy nadando a Estambul’. Tengo muy claro que con Zeljko juegas para ganar. El Fenerbahçe tiene equipo de fútbol, de baloncesto femenino y masculino, de voleibol, de atletismo… y alrededor de 30 millones de seguidores. No me lo pensé porque intuíamos que podíamos llegar a donde lo hemos hecho, aunque ahora queremos culminar. Al margen de lo que ocurra en la Final Four, ya hemos logrado que se hable del Fenerbahçe como uno de los clubes más importantes de Europa. Y pretendemos que perdure, de hecho hemos renovado tres temporadas (hasta 2020).

Se habla del ‘infierno turco’, pero desde fuera parece que la afición ha evolucionado mucho.

Sí, es así. Hay sitios más calientes que otros, pero nuestra gente, la del Darussafaka y la del Efes es difícil que tiren algo a la pista porque son aficionados muy educados, con cultura del deporte. Pongo un ejemplo: antes de un partido contra uno de nuestros máximos rivales uno de sus jugadores salió a tirar y un grupo muy reducido empezó a insultarlo. En 30 segundos todo el pabellón se lo recriminó. Estamos encantados.

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Quizá viajen menos aficionados de fuera que otras veces por el miedo al terrorismo, ¿qué les diría de Estambul?

Que es una ciudad enorme con muchas cosas para hacer, por ver... Se come muy bien. No es ni más ni menos peligrosa que Londres o Bruselas. Locos hay en todos los sitios y lo que les recomiendo es que disfruten de la ciudad y de la Final Four.