Dimitris Itoudis (Veria, Grecia, 1970) ha dejado de ser el técnico más joven de los cuatro que se han citado en la Final Four. Sarunas Jasikevicius es la razón. Pese a que su trayectoria como entrenador jefe echó a rodar en 2013, ganó el título en 2016 (con el CSKA) y cuenta  conotras cinco Euroligas en el currículum. Éxitos cosechados como asistente de Obradovic, a quien acompañó durante 13 años en la época dorada del Panathinaikos. Es un estudioso del deporte y cuenta con un máster en educación física (aún tiene la plaza de profesor en la Universidad de Zagreb). Inició su carrera en Croacia cuando aún era estudiante y a los cuatro años de retornar a tierras helenas se convirtió en la mano derecha del maestro Zeljko. Ambos abandonaron el club heleno en 2012 y sus caminos se separaron. Precisamente el alumno ganó al maestro en la Final Four de Berlín (2016).

Ha mantenido cierto contacto con la NBA y durante algunas ligas de verano formó parte del staff técnico de los Orlando Magic. A lo largo del curso 2012-13 (el de su año sabático) nunca dejó de pensar en baloncesto, como demuestra su blog de análisis técnico que por entonces se podía leer en la web oficial de la Euroliga. Meses después optó por saltar al primer plano. Llegó a sonar como futuro técnico del Baskonia (club al que apeó en el playoff de cuartos el año pasado), aunque el hoy seleccionador español Sergio Scariolo fue finalmente el elegido. Descartada esta opción puso rumbo a Turquía, al mismo lugar donde al mismo tiempo aterrizó su profesor y padrino de su hija, Obradovic. Al frente del Banvit logró un histórico primer puesto en la liga doméstica, si bien en los playoffs se quedó fuera de la final.

Tres temporadas liderando al CSKA

La marcha de Messina a los Spurs y su gran cartel le abrieron las puertas del todopoderoso CSKA. No le ha ido nada mal al equipo del Ejército Rojo bajo su mando. Fue Itoudis quien devolvió ocho años después a los moscovitas a lo más alto del basket europeo, además de haber levantado las dos últimas VTB Leagues.

Trabajo y sacrificio, recetas para esta Final Four

Como acostumbra a decir, el ataque es igual de importante que la defensa. Máxima intensidad en su propio aro y creatividad en el ajeno. Así podría resumirse su filosofía. Al igual que sucede con Obradovic, tanto el trabajo como el sacrificio en pos del equipo son innegociables. Unas líneas maestras que ha ido introduciendo en el imaginario del CSKA, un equipo superdotado en el que prima el colectivo bajo las batutas de los maestros De Colo y Sergio Rodríguez. Itoudis va desprendiéndose de la etiqueta de alumno aventajado de Obradovic.