No diga Sergio Llull, diga MVP. El base es en estos momentos el jugador español más determinante a ambos lados del Atlántico y los récords caen, irremediablemente y uno tras otro, bajo sus pies como frente al MoraBanc Andorra. En tres cuartos, el balear rompió con 15 el mejor registro de asistencias en un partido del playoff y el suyo propio (13). Superó en 24 minutos los 13 de Elmer Bennett (2001), Andre Turner (1999) y Michael Anderson (1996). Su excompañero Sergio Rodríguez es el que tiene la marca más alta en la competición doméstica: 19 frente al Fuenlabrada en la fase regular del curso ­2015-16. “Es otro dato individual, pero estoy más contento por la victoria del equipo”, comentó con humildad.

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El menorquín, además, superó esa cima en uno de los peores momentos de su espléndida temporada: seis días antes, el Fenerbahçe fulminó el sueño de la Décima Euroliga. “Al final esto es deporte y unas veces ganas y otras pierdes”, declaró en la entrega del MVP de la Liga Endesa. Un premio al mejor que se sumó al de la Copa del Rey de Vitoria y al de la máxima competición continental. Un triplete histórico nunca antes visto en el baloncesto español y que ha surgido por su insistencia a la hora de destrozar sus marcas personales y las del Madrid.

Así, Llull se convirtió esta campaña en el líder histórico del club blanco en triples y asistencias al superar los 961 aciertos exteriores de Alberto Herreros y los 1.155 pases a canasta de Sergio Rodríguez. “Es un líder”, subrayó Zeljko Obradovic, el técnico de las nueve Euroligas, a AS. “Está ahora mismo un pasito por encima del resto”, dijo a su vez Josep María Izquierdo, ayudante del serbio en el Fenerbahçe.

Su propio récord de asistencias no ha sido el único que el internacional español ha batido en la presente temporada. El base de Mahón situó en 29 (Bilbao) su tope personal de puntos en Liga Endesa. Los 30 tantos ante el Panathinaikos, también esta campaña, es su anotación más alta de siempre. En cuanto a la valoración, en la décima jornada liguera frente al Manresa llegó a los 37 en 16 minutos sobre la cancha, la más elevada por minuto nunca hecha por jugadores que han disputado al menos seis. Sus 2,3 de media superaron los 2,2 de su compañero Felipe Reyes.

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Un cúmulo de cifras que sientan a Llull en la mesa de los más grandes de la historia blanca. Y mientras, en la Liga norteamericana suspiran por el desembarco de un Increíble que parece no tener prisa ni ganas de dar el salto. “Soy feliz aquí, la NBA es algo en lo que no pienso”, subrayó un jugador que busca el 15º título de su carrera. ¿Qué nuevo registro batirá hoy en El Principado?