Anthony Bennett tampoco encajó en Europa. El que muchos consideran peor número 1 del draft de la historia llegó a Turquía para reforzar al Fenerbahçe a principios de enero. Este jueves ambas partes rompían su contrato y el ala-pívot vuelve a Estados Unidos donde su futuro no está aún muy claro. Probablemente dispute con Canadá el Torneo FIBA América de este verano (su selección está encuadrada en el mismo grupo que Argentina, Venezuela e Islas Vírgenes).

Bennett, descarte en la Liga turca, ha jugado 10 partidos en la Euroliga, competición en la que ha promediado 1,2 puntos, 0,9 rebotes y 0,3 robos para 0,6 de valoración. Su equipo se coronó campeón de Europa, pero el estadounidense sólo disputó 1:12 en toda la Final Four de Estambul. Fue en la final ante el Olympiacos, cuando el partido estaba resuelto: no anotó, no lanzó, no capturó ningún rebote... un cero en toda su estadística. Sólo ha habido dos partidos en la máxima competición continental en los que ha anotado algún partido: frente al Zalgiris (un triple: 3 puntos) y al Baskonia, su mejor encuentro con 9 tantos y 3 rebotes.

Antes, en la NBA, tampoco le fueron mucho mejor las cosas. Comenzó el curso en Brooklyn. Con los Nets jugó 23 partidos (5 puntos y 3,4 rebotes) antes de probar en el baloncesto europeo. Antes estuvo en Toronto (1,5 y 1,2), Minnesota (5,2 y 2,9) y Cleveland (4,2 y 3,0), equipo que le eligió en 2013 con el número 1.