Horas después de decir adiós a la Selección española, José Manuel Calderón (Villanueva de la Serena, Badajoz, 1981) puso rumbo a Los Ángeles junto a su familia para iniciar una nueva etapa como jugador de los Lakers. Su veteranía y experiencia no encontraron los minutos necesarios en un equipo repleto de jóvenes necesitados de foguearse en la mejor Liga del planeta. Tras unos meses complicado y llegar a ser jugador de los Warriors durante unas horas, el extremeño volvió a sentirse importante en Atlanta. En plenas vacaciones y en un acto organizado por Kia, su patrocinador, Calde atiende a AS en las nuevas oficinas de la NBA en pleno centro de Madrid. Y avisa: “Físicamente estoy genial para poder seguir jugando en la NBA mucho más tiempo”.

En la víspera de las Finales, ¿se le pasa por la cabeza que podría estar ahora disputándolas de haber fructificado su fichaje por los Warriors?

Llegué a firmar, pero… Fueron unos días de emociones complicadas, con muchos altibajos. Tras la lesión de Kevin Durant lo lógico era que ficharan a un alero. ¡Tuve la mala suerte de que se produjo justo en ese momento! Pero viéndolo desde otro punto de vista el poder ir a Atlanta y jugar minutos en los playoffs me ha venido muy bien deportivamente. No hay que darle demasiadas vueltas a aquello. Ambas partes nos guardamos un gran respeto mutuo. Ojalá ganen los Warriors. Trabajamos muy bien juntos esos 6-7 días que estuvimos hablando.

En pleno debate en Estados Unidos sobre la idoneidad de unas mismas Finales por tercera temporada consecutiva, ¿Calderón ve este hecho como algo positivo para la NBA o lo entiende como una pérdida de interés hacia el aficionado?

Los que llegan a la final son los mejores equipos. Y si esos dos repiten durante tres años seguidos, el resto tenemos que hacer lo posible para intentar igualar a los otros dos. También pasa en la liga española, todos quieren desbancar al Madrid o al equipo que sea para ver otras finales. Es una cuestión de ciclos. Hace unos años les tocó a Boston y Lakers… Lo bueno que tiene la NBA es que da vueltas constantes a esta situación. Un traspaso o una elección de draft pueden hacer cambiar una franquicia y toda la competición si das con el próximo Kevin Durant o LeBron James.

¿Qué destacaría de su temporada?

El balance ha sido muy positivo. Destacaría, por supuesto, la parte final por el hecho de poder jugar. No es que tuviera que demostrar nada nadie. No jugaba en los Lakers porque querían que jugasen los jóvenes, no porque ya no pudiera jugar en la NBA o en los Lakers. Atlanta, para mí, ha sido una opción perfecta en lo deportivo al poder jugar, disfrutar y pasármelo bien. Físicamente estoy genial para poder seguir jugando en la NBA mucho más tiempo.

Como agente libre que es de cara al verano, ¿ha mantenido ya algún tipo de contacto con los Hawks para renovar por ellos?

No sé puede. Hay que esperar hasta el 1 de julio. Hasta entonces no se sabrán qué tipo de ofertas y de quién puedo recibir. En Atlanta acabaron muy contentos con lo que hice esos tres meses. Y yo también. Por supuesto que será una posibilidad, pero teniendo aún el draft de por medio y los cambios que pueden sufrir los equipos…

Hablemos de los Lakers. ¿Cómo ve su reconstrucción con Luke Walton al mando?

Hay jóvenes de mucho talento, pero son muchos jóvenes. Este año, además, también tienen otra elección muy alta en el draft. Lo lógico es que alguno de esos talentos salga y llegue algún veterano para ir reconstruyendo al equipo y hace que vuelva a ser muy competitivo en unos años.

No sé si está de acuerdo, pero se podría hablar de una época dorada para los bases en la NBA.

Sí. La verdad es que en cada equipo cuenta con un jugadorazo en el puesto de base. No todos pueden ser all stars o formar parte de los quintetos de la temporada (All NBA). ¡Son increíbles!

¿Alguno a destacar por encima del resto?

Es muy difícil. En el Este tienes a Isaiah Thomas, John Wall, Lowry, Irving… Si te vas a la otra Conferencia tienes a Lillard, Curry, Chris Paul… Hay muchísimos.

La última. ¿Cómo se avecina su primer verano sin la Selección?

Entrenando mucho, preparándome físicamente para estar a tope la temporada que viene y disfrutando de la familia, una de las razones por las que creí que era el momento de dejar la Selección. Ahora toca ser un aficionado más y verla por la televisión.