Está preparando su primer campus, que ha colgado el cartel de lleno, y el pasado lunes cumplió 38 años. Solo Oliver (39) y Savané (38) le superan en cuanto a edad en la ACB, y el estudiantil aún medita si continuará o deja al base y el alero como los veteranos de la Liga. Desde sus vacaciones, el capitán del Bilbao atiende a AS después de una sesión de carrera. No descuida el físico en esta etapa de reposo.

Han caído los 38. Casi en el techo de años en la ACB.

Bueno, y todavía me veo con cuerda, con mucha ilusión, estoy contento con la posibilidad de seguir cumpliendo años y compitiendo. Si todo sigue bien estaremos ahí otro año.

¿Qué falta para la renovación? Se anunció que estaba próxima y no acaba de hacerse oficial.

Estamos hablando y creo que en los próximos días se va a solucionar.

Hablan de un año más ¿no?

Sí, uno.

Vino en una situación idílica y ha acabado viviendo en un club torturado por una situación económica trágica. ¿Cómo valora este curso?

Complicado. Hay muchos cambios para adecuarse al presupuesto. Es difícil habituarte cada vez a gente nueva. Los objetivos de playoff y Copa no se cumplieron, el objetivo es mejorar y a ver si lo conseguimos el año que viene.

Mumbrú y Hervelle… siempre como elementos de conexión con todo lo nuevo que entra y sale del club.

Conforme va llegando gente, te toca estar ahí y que vean cómo es el ADN del Bilbao Basket. Seguiremos en ese papel, pero nos vamos haciendo mayores y nuestro rol puede ir cambiando. Pero no rehuiremos esa faceta de involucrar a los que llegan por primera vez a este club.

¿Considera básico jugar en Europa?

Sí, que esté en Europa es fundamental para el club.

¿Entiende que sus momentos en pista tendrán que ser más elegidos?

Mi aportación va a tener que ir siendo cada vez algo menor. Vas cumpliendo años y es normal que pases a un segundo plano. Es ley de vida. Además, si jugamos al final en Europa tendremos muchos minutos a cuestas.

Se está sacando el título de entrenador- ¿Por ahí puede ir su futuro?

A mi edad es normal ir pensando en lo que harás cuando dejes el baloncesto. Tienes que formarte. He ido aprendiendo de todos los entrenadores que he tenido y es una posibilidad, pero no sé…

Bueno, en realidad será en el Bilbao lo que quiera: presidente, director general, entrenador…

(Risas) Veremos cómo se desarrollan las cosas. Me encantaría seguir en Bilbao, siempre hemos pensado qué es lo mejor para el Bilbao Basket. Pero lo otro es un terreno personal y retos que me proponga que iré viendo por dónde transcurren.