ANÁLISIS

Ganadores y perdedores en el traspaso de Chris Paul a Houston

Un traspaso complicado de entender por las formas y los tiempos que podría ser clave tanto la próxima como la siguiente temporada
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Ganadores y perdedores en el traspaso de Chris Paul a Houston

Daryl Morey hizo temblar hasta sus cimientos el mundo NBA durante la tarde de ayer con un traspaso que muy pocos esperaban. Chris Paul dejaba Los Angeles para volar rumbo Houston, donde compartirá vestuario y responsabilidades con James Harden. Vamos a analizar el intercambio desde todas las esquinas.

El traspaso final (vía Wojnarowski)

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Los Rockets reciben: Chris Paul.

Los Clippers reciben: Sam Dekker, Lou Williams, Patrick Beverley, una primera ronda de 2018 (protegida 1-3), Harrell, Liggins (vía Mavericks), Hilliard, Wiltjer y 660.000 dólares.

Ganadores

Chris Paul - El base deja atrás seis años de proyecto frustrado, seis años de quiero y no puedo. A sus 32 años, todavía no ha jugado unas finales de conferencia pese a ser considerado por casi todos uno de los grandes bases de la historia de la NBA. Paul deja LA en sus propios términos, tras hablar con Harden sobre un futuro juntos en el que los dos se podrían beneficiar de compartir peso y responsabilidades para llegar frescos al último tramo de la temporada. Además, Paul solo se compromete un año (el firmado para realizar el traspaso: opción de jugador), por lo que pase lo que pase podría ser agente libre sin restricciones en 2018 y volver a elegir destino. En Houston tiene una nueva oportunidad, una oportunidad fresca de plantar cara a los Warriors. Veremos si solo con Harden a su lado o con alguna estrella más (se habla de Paul George y Carmelo Anthony, pero tampoco hay que descartar que vayan a por Millsap o a por otro 'Clipper').

James Harden - Tras su mejor temporada NBA, La Barba encuentra a un compañero de batalla perfecto. Cierto es que Harden había sorprendido al mundo como base, pero también lo es que llegó al tramo más importante de la temporada fundido... Con Paul al lado, ambos compartirán balón, peso y posesiones como generador primario. Unas condiciones que deberían favorecer a dos de las estrellas que mejor aprovechan las ventajas de toda la liga y que podrían disponer de unos contra uno interminables ahora que compartirán equipo y minutos. Harden tiene un año para demostrarle a Paul que pueden hacer grandes cosas juntos, y ya ha dado el primer paso: ha puesto las victorias y el sueño del anillo por delante de sus números y la guerra por el MVP.

Mike D'Antoni - El flamante entrenador del año recibe con un abrazo gigantesco a uno de los jugadores con mayor conocimiento del juego de toda la NBA. Paul es un técnico sobre el parqué que ayudará a limitar las pérdidas y a ordenar al equipo en defensa. La duda es: ¿se incorporará Paul al esquema de D'Antoni (nunca ha jugado tan rápido al baloncesto) o D'Antoni al ritmo de Paul? Pase lo que pase, y sin perder de vista la mágica analítica que tanto adora Morey, será un proceso interesante y el técnico parece haber dejado atrás sus oscuros años Los Angeles y Nueva York. Está de moda y tiene a su disposición a una pareja de bases histórica a nivel de generación ofensiva.

Houston Rockets - Hace poco más de un año, los Rockets cerraban una temporada de 41 triunfos con una derrota en la primera ronda de los playoffs del oeste ante los todopoderosos Warriors (aun sin Durant). Trece meses después, Houston se ha convertido en un equipo de la élite de la competición y sube puntos en el mapa NBA con la llegada de una gran estrella como Chris Paul. Se ha convertido en un destino más que apetecible en el que sus jugadores no solo disfrutan con el rapidísimo baloncesto de D'Antoni; también ganan. Veremos lo que son capaces de rascar en la agencia libre. No tienen mucho margen (98 millones comprometidos), pero seguro que hay movimientos secundarios planeados. Una trasformación impresionante.

Daryl Morey - El que no arriesga no gana y Morey es de los que tiran la casa por la ventana detrás de una idea. Lo hizo con Harden, falló con Howard, lo intentó con Bosh y veremos si lo consigue con Chris Paul. Este loco de la analítica y el baloncesto en el que reina la estadística avanzada sigue dando pasos de gigante entre los focos más grandes del mundo de la pelota naranja. Siempre quiere más. Y se lo agradecemos.

La NBA - Warriors y Cavs llevan tres finales consecutivas y, aunque a la NBA le venga bien vender la histórica trilogía, necesita que haya competencia para seguir creciendo. Los últimos playoffs fueron tan cortos en número de partidos que el límite salarial bajó dos millones sobre las proyecciones finales (casi ocho sobre las iniciales). La Liga está montada para que los equipos roten cíclicamente (draft) y cada x temporadas cambien los patrones ganadores. La NBA no se entiende sin competitividad y necesita alternativas urgentes a Warriors y Cavs para que el aficionado no se duerma en los laureles hasta las finales. Necesita que el producto sea atractivo a diario, que los fans de los 30 equipo sientan que sus equipos crecen o están cerca de crecer, que llegan o están cerca de llegar. La dupla Chris Pau-James Harden es (sí, aunque estén lejos) un soplo de aire fresco en un oeste en el que reinan con autoridad absoluta los Golden State Warriors.

El club de amigos de LeBron- ¿Qué tiene esto que ver con el traspaso de Paul? Pues algo tiene si uno lo quiere ver (y quiero). CP3 solo firma un año con los Rockets, por lo que podría ser agente libre sin restricciones (si no media extensión) en 2018, el mismo verano que termina contrato LeBron, que cierra también Wade y veremos qué ocurre con un Carmelo que podría elegir destino esta misma temporada si consigue que los Knicks cedan en la rescisión de contrato. Siempre se ha rumoreado con que los chicos del Banana Boat club quieran jugar un año juntos antes de retirarse. Es, como dicen por allí, un long shot, pero... Pero.

Perdedores

Los Angeles Clippers - Sí, han recibido mucho a cambio. Y sí, Chris Paul se podría haber ido totalmente gratis. Sin embargo, la salida del base es el doloroso final de un proyecto que ha fracasado estrepitosamente. Un proyecto que tenía el anillo como meta y que jamás pisó unas finales de conferencia. El que no se consuela es porque no quiere, claro (y como digo, bastante han sacado), pero lo cierto es que hemos asistido al final de una era que nunca llegó a cumplir ni a rozar expectativas. El fin sin objetivos cumplidos siempre es una derrota. Aunque sea relativa dadas las condiciones. 

Doc Rivers - Es la cabeza del proyecto y por lo tanto el máximo responsable. Más allá de los rumores sobre su relación con los jugadores, Rivers ha fracasado en Los Angeles. Un entrenador que subió a la cima con aquellos maravillosos Celtics y que se ha visto superado por las circunstancias (de todo tipo, incluida la mala suerte) temporada tras temporada.

Golden State Warriors - No digo que pierdan porque los nuevos Houston Rockets puedan ser un rival potencial (evidentemente, muy lejos), que también, sino porque el movimiento significa el final de unos Clippers que llevan años siendo un rival duro para el resto de la Liga pero un juguete roto en manos de los actuales campeones.

San Antonio Spurs -  Junto con los Clippers, el gran damnificado del fichaje de Chris Paul por los Houston Rockets. Desde las oficinas de San Antonio se trabajaba para hacer hueco a CP3 y que este se uniera a Kawhi y a Popovich en una batalla histórica contra el imperio de la Bahía. Tras el 'no' de Paul, los Spurs se quedan con Lowry (muy caro) y George Hill (de la casa) como mejores opciones para un puesto de base en el que Parker necesita oxígeno urgente. Las preguntas son: ¿significa esto algo de cara al proyecto? ¿podrían traspasar a LaMarcus y pensar a cinco años vista en vez de a uno? ¿tienen suficiente para intentar un traspaso por Paul Goerge? Son los Sa Antonio Spurs, así que siempre están sobre la mesa. Pero se han quedado sin el primer agente libre de su lista.

DeAndre Jordan - Hace dos veranos, el pívot de los Clippers tuvo un acuerdo firmado con los Dallas Mavericks en plena moratoria (tiempo que pasa desde que se abre el mercado hasta que se pueden hacer oficiales los contratos). Y entonces, vivimos uno de los episodios más curiosos de la historia reciente de la NBA. DeAndre dudó y Rivers, Griffin, Ballmer, Pierce, Redick y sí, Chris Paul pusieron rumbo a Houston (y lo narraron en Twitter en lo que se conoce como 'la guerra de los emojis'), donde reside el pívot, para convencerle de que dejara tirados a los Mavs y firmara de nuevo con los Clippers (lo hizo por 110 millones). ¿Cómo se debe sentir ahora el bueno de DeAndre? ¿Saldrá él también este verano? Como digo, tiene su residencia en Houston, ciudad en la que nació y creció...