GIRO | 16ª ETAPA

Exhibición de Valverde: gana la etapa y regresa al podio

El murciano dinamitó la carrera en Panganella y sólo le aguantaron el líder Kruijswijk y Zakarin. Nibali, que también lo intentó, acabó hundido a 1:47.

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Exhibición de Valverde: gana la etapa y regresa al podio
VINCENZO PINTO AFP

Nada más cruzar la meta, Alejandro Valverde lanzó un tremendo grito de satisfacción. Una explosión de alegría: “¡Eeeeeiiiiiaaaaahhhhh!”. Chocó las manos con Steven Kruijswijk, firme maglia rosa, al que acababa de superar al sprint, para felicitarse por la colaboración mutua. Después, Juan Carlos Escámez, su inseparable masajista, le recibió con los brazos abiertos: “¡Qué grande eres!”. “¡Graaaaaciiiiiaaaaas!”, contestó con otro alarido. Exultante, pidió la atención de los fotógrafos: quería que le retrataron con su bicicleta en lo alto. El murciano logró en Andalo su primer triunfo en el Giro y no cabía en sí de gozo. La victoria le aupó a la tercera plaza de la general tras una etapa espectacular, siempre al ataque, siempre valiente, sin reservas.

Vincenzo Nibali y Valverde lo prometieron en el tercer día de descanso: “Debemos pasar a la ofensiva”. En el control de firmas de Bressanone no ocultaron sus intenciones: “Una alianza entre ambos, ¿por qué no? Compartimos intereses comunes y contamos con los dos equipos más sólidos”. La batalla se desató en el Mendelpass. En una jornada de 132 km, faltaban 75. El Movistar y el Astana avivaron el ritmo, y Nibali, Valverde y Zakarin acribillaron a Kruijswijk, que salía a los ataques sin discriminar entre rivales directos o jornaleros. Una señal de fuerza y nerviosismo, ya que se había quedado aislado, sin compañeros del Lotto Jumbo. Los cuatro se unieron con seis corredores fugados con anterioridad, el talentoso Jungels, David López, Firsanov, Ulissi, Dombrowski y Kangert, escudero de El Tiburón.

Valverde se lanzó al ataque y sólo le siguieron Kruijswijk y Zakarin

Los diez abrieron hueco respecto a un grupo en el que viajaban Chaves, Majka, Pozzovivo y Urán, y en el que trabajaban a destajo el Orica y el Cannondale. La renta nunca subió de los 45 segundos, pero tampoco bajó de los 25. Hasta que en la ascensión a Paganella, segundo puerto del día, Chaves comenzó la defensa de su segundo puesto en primera persona. El colombiano tiró como un poseso y, cuando les divisaba, Valverde soltó un estacazo que dejó seco a Nibali. Kruijswijk, con respuestas para todos, y Zakarin se marcharon con el español.

Los tres, ambiciosos y generosos, se relevaron y se entendieron. Por detrás, antes de coronar Paganella, Nibali sufrió una crisis terrible frente a una aceleración de Chaves. A pesar de su coraje y su voluntad, al siciliano le fallan las piernas desde el tappone dolomítico. Aunque El Chavito también flaqueó, minimizó las pérdidas y conservó su segunda posición. Sin embargo, en Andalo sólo había focos para Valverde y Kruijswijk. Uno completó su colección de triunfos en las tres grandes y se colocó tercero del Giro. El otro demostró que tiene el rosa al alcance.