Llegó ayer Lucas Silva, que será presentado hoy. Un refuerzo para el Madrid, cuando no hace tanto que Ancelotti había dicho que no lo necesitaba. No es grave, Ancelotti defiende una cosa y la contraria con la misma flema. Pero sí empieza a llamar la atención que el Madrid fiche tanto, con el equipazo que tiene. ¿Proyección de futuro? Ahí están Asensio, u Odegaard, o Peeters. Y se mira un portero por aquí y por allá, Carlos Abad o Batalla. Y hay muy cerca dos cedidos con muy buena pinta, Casemiro en el Oporto, y Cheryshev en el Villarreal, que están funcionando muy bien en un fútbol de bastante altura.

Se diría que el Madrid hace granero, que está fichando más de lo normal. Y esa impresión coincide con la noticia que nos trae Maroto de que la FIFA está investigando al Madrid por prácticas similares a las que llevaron al máximo organismo mundial a sancionar al Barça. La FIFA está rastreando con su radar toda la nubecilla de clubes, de esta comunidad y de fuera de ella, en los que el Madrid se apoya para las idas y venidas de jugadores. La raíz podría estar en el caso mal resuelto de dos muchachos venezolanos, que contamos en este ejemplar. ¿Denunciado por quién? Ahí sólo caben especulaciones.

Hay una normativa firme y simple para fichar jugadores menores y todo consiste en seguirla. El Barça no lo hizo ni atendió a los requerimientos para hacerlo, de ahí que le cayera esa sanción de dos ventanas sin fichar, endulzada al menos con la demora para entrar en vigor. Ahora todo parece indicar que el Madrid tema verse en las mismas, de ahí esa acumulación que hace, como quien llena la despensa de galletas, leche y agua en previsión de desabastecimiento en el mercado del barrio. Bueno, pues veremos lo que hay. Mientras, bienvenido sea Lucas Silva, que no tiene culpa de nada de esto.