La prudencia de Benítez y la fe del Atleti

Casi fueron dos derbis en uno: el del primer tiempo, que dominó el Madrid ante un Atlético entregado y frío, que parecía no saber por dónde meterle el cuchillo al partido, y el segundo, con un Atlético desatado tras el que corrió el Madrid sin conseguir pararle. Cada uno marcó en su tiempo de dominio. El Madrid, por Benzema, en gran centro de Carvajal y precioso cabezazo del francés, que con Benítez ha alcanzado una vibración nueva. El Atlético, por medio de Vietto, uno de los recambios con los que Simeone alegró el equipo en la segunda mitad, tras buena jugada de Jackson, otro recambio.

Pero si alguien pudo pasar del empate fue el Atlético, al que Keylor le opuso las dos paradas (dos paradones) de la noche. Eso subraya que en el fondo el Atlético puso más, porque le echó más pasión a su tiempo de dominio. El Madrid de la primera parte fue demasiado frío, como conforme con el 0-1, que llegó muy rápido, y convencido de que el Atlético que tenía delante no era capaz de nada. Pero tras el descanso se vio sorprendido por el brío y el juego del rival, que mejoró con los cambios. No tanto con el de Correa, que había sido el mejor y se fue por puro cansancio, como con los de Óliver y Torres.

Benítez tuvo el acierto de colocar a Casemiro en el cruce de caminos. Estuvo imponente. Pero el saldo del partido no deja bien al entrenador. Su Madrid apretó poco cuando mandó y reculó mucho cuando mandó el Atlético. Los cambios no fueron osados y no encontró vías para el contraataque, ni con Bale sobre el campo (llego a dudar de que estuviera a punto para el ritmo de un partido así) cuando se volcó el Atlético. Además, sufrió otra lesión (Carvajal) y el equipo todo terminó con apariencia de estar fundido. El Madrid tuvo el derbi en la mano, pero acabó pidiendo la hora.