Entre 1987 y 1993, la NBA gestionó brillantemente las retiradas de Julius Erving, Magic Johnson, Larry Bird y Michael Jordan. El terremoto incluyó la extinción de colosos: los Sixers, Lakers, Pistons y Celtics de los años 80… más la liquidación de los primeros Bulls de Jordan, tricampeones entre 1991 y 93. Entre 1995 y 1998, la reinvención del propio Air Jordan a las órdenes de Phil Jackson hizo celebrar otros tres títulos en Chicago. Resplandeció el Dream Team en Barcelona. En el cruce entre dos siglos, la reconversión de los Bulls de Jackson, Jordan y Rodman (el Aire y el Espacio) en cósmica máquina ‘zen’ provocó un estallido económico (increíble contrato de TV) quizá irrepetible. Y venían listos los recambios: los Lakers de Shaquille O’Neal y Kobe Bryant, más los Spurs de Tim Duncan y Tony Parker. Relampaguearon estrellas internacionales: Dirk Nowitzki­, Parker… Pau Gasol. ¿Y ahora?.

Ahora toca fundirse a las luces que alumbraron la primera década del Siglo XXI. Al fin de 2015-16, Bryant (20 temporadas con esta), Tim Duncan (19), Nowitzki (18), Parker y Pau Gasol agruparán 87 temporadas y 6.786 partidos: playoffs incluidos. Bryant (1.500 partidos) debutó en 1996. Duncan (1.572), en 1997. Pau Gasol (15 temporadas) enfila el millar de citas en Regular Season. Ya: LeBron impone. Y Curry es un genio especial. “Todos hemos de acelerar el crecimiento de la nueva generación”, cree Patrick Baumann, secretario general de la FIBA. Otra Dinastía y otro epílogo. A vivir el momento.