Baloncesto: del batacazo a la apoteosis

La Selección masculina de baloncesto ha pasado del batacazo que supone verse al borde de la eliminación en la segunda jornada, a la apoteosis de encontrarse en las semifinales. Las alcanza, además, aniquilando a cuantos rivales se ha encontrado después de aquella segunda derrota que le dejó al pie de los caballos y de la victoria poco lucida ante Nigeria. La exhibición vino a continuación: 109-59 a Lituania, 92-73 a Argentina y 92-67 a Francia. Pase lo que pase, el objetivo está cumplido: la Selección jugará por las medallas.

No es la primera vez que con Scariolo la Selección realiza un campeonato tan irregular. Cabe recordar el Eurobasket 2009. Tras una primera fase en la que pasó por los pelos, la segunda no pudo comenzar peor al perder con Turquía. La derrota marcó un punto de inflexión; al final España quedó campeona arrollando a Serbia (85-63), con quien habíamos perdido el primer partido (57-66). En aquel equipo ya estaban Gasol, Navarro, Rudy, Reyes, Llull, Ricky y Claver. Ya saben, por tanto, lo que es cambiar el chip.

Cuando esta Selección se pone seria, pocas se le resisten. Ha reaccionado a tiempo y pasa a ocupar el lugar que le corresponde. Como la Selección femenina que, por fin, tiene papel de protagonista en unos Juegos. Es lo que le faltaba tras haber sido campeona de Europa, y ser subcampeona del Mundo. Su garra ha creado escuela. Antes que las Guerreras del balonmano y del waterpolo, fueron Valdemoro y compañía quienes imprimieron a la Selección un carácter de compromiso que ha resultado contagioso. Hoy reciben su premio.