El Barça salva el primer match ball

El Barcelona de Georgios Bartzokas arrancó la temporada como un cohete. En el primer partido de la Supercopa, allá por septiembre, doblegó al Real Madrid con su reluciente fichaje estrella al timón: Tyrese Rice metió 30 puntos y sumó 34 de valoración. Fue un destello que se apagó pronto. Ya en la final sucumbió por 20 puntos ante el Gran Canaria y adelantó una versión que ha sido la más habitual durante una campaña aciaga, en la que no logró meterse entre los ocho mejores de la Euroliga, cayó en las semifinales de la Copa del Rey y acabó sexto en la fase regular de la ACB. Unos números muy alejados de su grandeza. Este jueves salvó el primer match ball ante el Valencia. La derrota equivalía a unas vacaciones casi un mes antes de lo acostumbrado. No olvidemos que ha jugado las últimas diez finales de la Liga.

De aquel partido inaugural contra el Madrid, ya no están Dorsey y Ribas. Tampoco otros recambios que entraron después para cubrir la plaga de lesiones, como Faverani. En la enfermería actual figuran Doellman y Navarro. Rice no ha sido capaz de rendir a tan alto nivel durante el curso. Y un jugador que entró en diciembre en la jornada 11, Renfroe, tuvo este jueves la mejor actuación desde su llegada y se convirtió en el inesperado revulsivo de este irregular Barça. El año I tras las era de Xavi Pascual está siendo un desastre. Ante el dominio blanco de los últimos años, se fichó a Bartzokas, entre otras cosas, porque fue capaz de remontar a los de Pablo Laso con el Olympiacos en aquella Final Four de 2013. La vacuna no ha tenido el efecto deseado, aunque de momento alarga dos días la vida. Este sábado: el segundo match ball.